Cómo sobrevivir al éxito de «Friends»

Los actores de la célebre serie protagonizan ficciones con mucho menor recorrrido.

Vértigo. Eso fue lo que sintieron los protagonistas de «Friends» cuando finalizó la serie en 2004. Lógico. Durante diez años fueron las estrellas de una ficción que tenía una audiencia que no bajaba de los 20 millones de espectadores –sólo en Estados Unidos– y por la que llegaron a cobrar un millón de dólares por capítulo. Vivieron durante una década en una burbuja. Algunos tuvieron más fortuna que otros, pero nunca han disfrutado de unos sueldos tan generosos y sus proyectos posteriores tampoco han tenido repercusión entre el público. Pocas veces han salido de su zona de confort: la comedia.

Jennifer Aniston (Rachel) es la que mejor ha rentabilizado su paso por la ficción. Su aterrizaje en la gran pantalla fue muy suave. Pero desde hace años figura en la lista «Forbes» de las actrices de cine mejor pagadas. Y su presencia no es testimonial: en 2016 ocupó el séptimo puesto con unas ganancias de 21 millones. Desde que terminó «Friends» ha rodado más de veinte películas –«Y entonces llegó ella», «Separados» o «Feliz día de la madre», entre otras– en las que explota hasta el empalago su veta humorística. Lo malo es que la crítica no le ríe las gracias.

Carreras que se estancan

En las antípodas se encuentra David Schwimmer (Ross), su eterno amor. El actor, más ambicioso, se ha atrevido con el «thiller» y la dirección –«Corredor de fondo», «Puedes confiar en mí» y la ficción televisiva «Little Britain USA»–, aunque su trayectoria interpretativa se ha estancado, ya que los papeles protagonistas se le resisten. Courteney Cox (Monica) sostiene a duras penas su estatus en la industria de la televisión. Su primera intentona para mantener su posición de privilegio fue la serie «Dirt», un insípido drama que sólo aguantó una temporada. Encontró un proyecto a la medida en la alocada, y por momentos caótica, comedia de situación «Cougar Town», que está en antena desde 2009. Prácticamente irreconocible por unas operaciones de cirugía estética que parece que se las ha hecho un charcutero, sigue teniendo su público, aunque cada vez sea más menguante. Paradójicamente, Lisa Kudrow (Phoebe) y Matt LeBlanc (Joey) –que interpretaban a los personajes más bobos– han sido los que han gestionado con más inteligencia sus carreras, quizá porque son conscientes de sus limitaciones. Inmediatamente después de que se echase el cierre a «Friends», ella dirigió e interpretó «The Comeback», en la que se autoparodió a sí misma al interpretar a una actriz que intenta relanzar su carrera. La producción obtuvo buenas críticas. Más tibio fue el recibimiento a «Web Therapy». Le Blanc jugó sobre seguro y se embarcó en un «spin off» de la serie franquicia, «Joey». No le fue mal, pero fue «Episodes», una ácida crítica sobre la industria televisiva en la que también se interpreta a sí mismo, la que le mantiene vivo desde el punto de vista televisivo.

Después de múltiples bandazos, ficciones que no se estrenaron y series canceladas por su baja audiencia, Matthew Perry (Chandler) ha visto algo de luz con «La extraña pareja», una nueva versión de la obra de Neil Simon que en el cine interpretaron Jack Lemmon y Walter Matthau. La serie ha sobrevivido a la primera temporada y ya se ha estrenado en nuestro país la tercera entrega. Puede que signifique la redención de Perry.