COP28
A Carlos III se le atraganta la huella de carbono
El rey británico llega a la COP28 envuelto por la polémica de los que le acusan de hipócrita por «ir de ambientalista mientras contamina con su lujosa vida»
Qué sería de una cumbre climática sin controversias. Si la cita de la COP28 comenzó con las críticas al país organizador, Dubái, por la contradicción que supone que un «petroestado» sea el anfitrión de un foro para paliar los efectos del cambio climático, hoyle tocó al rey Carlos III. En medio del ir y venir de líderes mundiales en el emirato para poner su granito de arena en las políticas que definan el futuro de la lucha climática e implementar los Acuerdos de parís, el monarca británico se vio envuelto en las críticas por su «doble moral» ante el calentamiento global y los otros males derivados de las prácticas humanas que lo potencian.
Así, cuando el hijo de Isabel II aterrizó en Dubái se topó con unas duras acusaciones por parte del director de la organización británica de republicanos Republic, Graham Smith, quien le definió como «hipócrita del cambio climático» por presentarse como ambientalista cuando él genera «una de las mayores huellas de carbono» de Reino Unido.
Las acusaciones se produjeron después de que el soberano interviniese en el foro climático mundial donde afirmó que «rezo con todo mi corazón para que esta COP28 sea otro punto de inflexión hacia una transformación genuina en la lucha contra la crisis climática». «Aunque se han logrado avances, aún se está muy lejos del objetivo para salvar el planeta. Se requiere verdadera acción a fin de proteger a las víctimas más vulnerables», añadió en declaraciones recogidas por Efe. Y no se quedó ahí: «El cambio se logrará trabajando juntos y haciendo que sea más fácil adoptar decisiones que sostengan nuestro mundo, en lugar de continuar como si no hubiera límites o como si nuestras acciones no tuvieran consecuencias».
Unas declaraciones que levantaron ampollas entre los críticos del monarca. «Él es uno de los principales contaminadores», apunto Smith, para después añadir que «Carlos juega al ambientalismo mientras genera una enorme huella de carbono con vuelos regulares en helicóptero y jet privado; al mantener varias casas enormes y llevar un estilo de vida lujoso y con alto contenido de carbono». Para el republicano, «abordar el cambio climático significa confrontar a quienes producen las mayores huellas de carbono, es decir, los países más ricos y las personas más ricas, y Carlos es uno de los superricos cuya huella de carbono eclipsa la de la gente común».
Sinceridad e inteligencia
El director de Republic, según Efe, señala que Reino Unido necesita «un jefe de Estado electo, alguien que pueda hablar con sinceridad e inteligencia sobre la crisis que afronta el planeta, no una persona que juegue al ambientalismo para promover sus propias credenciales».
Ajeno a la polémica, el rey planteó varias cuestiones que, a su juicio, pueden guiar los objetivos de la cumbre. En primer lugar, plantea reflexionar sobre el fortalecimiento de las organizaciones públicas, privadas, filantrópicas y benéficas para hacer frente a la crisis climática. «También hay que garantizar los flujos financieros para las iniciativas más esenciales, y acelerar la implementación de las alternativas verdes, como la energía renovable, en todos los sectores».
«La Tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a la Tierra», concluyó el jefe del Estado británico, que además subrayó que «la visión del mundo de las comunidades indígenas nos enseña que todos estamos conectados».
Como una «enfermedad» describió al cambio climático el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, durante su intervención en la que fue la apertura del Global Climate Action Summit. Delante de los 40 jefes de estado y jefes de Gobierno de unos 170 países de todo el mundo que acudieron a Dubái aseveró que «los efectos del cambio climático, como el deshielo de en la Antártida o los hielos de Nepal, los deslizamientos de tierra, las inundaciones o el aumento del nivel del mar son «síntomas de una enfermedad». «Una enfermedad que solo ustedes, líderes globales pueden curar», apuntó. En un mensaje positivo, defendió, que «no es demasiado tarde» y que es posible prevenir el desastre planetario, porque existen las tecnologías para lograrlo y evitar el «peor caos climático» si se actúa ahora.
Es más, hizo apología de las energías renovables la cuales «son buenas para el planeta, la salud y la economía para afrontar una demanda de energía creciente y conectar a millones de personas a una electricidad asequible. La energía renovable nunca ha sido más barata», añadió el secretario general de la ONU.
Aprovechó la ocasión de tener a los grandes líderes mundiales, y especialmente a los de los países del G-20, responsables del 80 por ciento de las emisiones mundiales, para apremiarles para que lideren la aceleración de la línea de tiempo para alcanzar el objetivo de emisiones netas cero, «lo más pronto posible», a ser posible en 2040 en los países desarrollados y en 2050 en las economías emergentes.
De igual modo, Guterres llamó a dejar de quemar combustibles fósiles y acelerar una transición adecuada a las energías renovables porque «la ciencia es clara», e incidió en el diagnóstico de la Agencia Internacional de la Energía de triplicar las renovables de aquí a 2030 y duplicar la eficiencia energética.
Por el buen camino
«El cambio global a las renovables es inevitable. La única pregunta es ¿cuánto calor nuestro planeta va a sufrir antes de que suceda?», reflexionó el secretario general de la ONU, que pidió a los líderes de las compañías de combustibles fósiles que «no se debiliten en un modelo de negocio obsoleto y se sitúen rápidamente en la transición a las renovables utilizando los recursos que ahora tienen disponibles. No cometan errores», espetó, precisamente en tierras emiratíes, donde más combustible fósil se atesora.
Y, mientras los mandatarios mundiales iban abandonando Dubái tras su discurso, los expertos continuaron sus encuentros con la finalidad de arrancar acuerdos significativos de cara a la clausura de esta cita dentro de 10 días. «Hay un largo camino por recorrer, pero definitivamente hemos visto algunas señales alentadoras», dijo Tom Evans, asesor político del laboratorio de ideas sobre crisis climática E3G, en un encuentro con Efe.
Este analista destacó el discurso del primer ministro de la India, Narendra Modi, quien instó a los líderes mundiales a unirse a su iniciativa de créditos verdes para lograr limitar el calentamiento global a 1,5 grados. Por su parte, Linda Kalcher, fundadora y directora ejecutiva del grupo de asesores Strategic Perspectives, confesó que «es reconfortante ver que todos los líderes mencionaron la transición energética como lo que debe surgir de esta COP para lograr un resultado ambicioso».
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