Carcaño ha visitado dos veces esta semana la escombrera de Camas

La búsqueda del cuerpo de Marta del Castillo ha dado un giro después del "test de la verdad"al que se sometió Miguel Carcaño, el único condenado por el asesinato de la joven sevillana. Después de la prueba, realizada por el neurofisiólogo José Ramón Valdizán en Zaragoza, la onda P300 tuvo al menos cinco señales positivas, aunque la que el cerebro de Carcaño manifestó con mayor fuerza fue la que se manifestó al ver una escombrera en Camas, localidad en la que ya había buscado la Policía pero en otras zonas colindantes. Por ello, los investigadores han iniciado la búsqueda en la zona con una máquina retroexcavadora, que lleva tres días levantando terreno en jornadas maratonianas.

El trabajo está siendo complicado porque se está analizando minuciosamente la arena levantada, por si hubiera cualquier resto que llevara a encontrar el cuerpo de Marta. A la zona se accede por un camino de tierra y, curiosamente, está situada junto a una torre de tensión, al igual que en La Majaloba. Para lograr una mayor precisión en la búsqueda, los agentes trasladaron a Carcaño al centro penitenciario Sevilla I el pasado día 13 de marzo, según confirmaron a larazon.es fuentes cercanas al caso. Miguel se ha mostrado colaborador durante el último año y medio pero cuando llegó a Camas se limitó a mirar al suelo y no quiso aportar ninguna pista más, según informó "Espejo Público".

Una de las razones por las que la Policía ha comenzado a excavar en este lugar, en el que hasta ahora no se había buscado, es porque la zona era accesible con moto y con coche, tal y como indicó Miguel en su declaración. De momento, la finca de La Majaloba no ha sido descartada pero no se volverá a abrir hasta que finalice la búsqueda en Camas, que se detendrá durante el fin de semana y se retomará el próximo lunes. La Policía ha colocado una valla limitando el acceso al lugar y para evitar que los medios de comunicación puedan ver, como en otras ocasiones, lo que ocurre dentro. Para facilitar la labor de los investigadores, la familia del Castillo ha preferido mantenerse al margen y no presenciar "in situ"la búsqueda, para no interferir en las pesquisas.