«Las barreras de género se rompen con normativas flexibles que faciliten la conciliación y con referentes femeninos que inspiren»

La clave para que la mujer ascienda a puestos de liderazgo no solo reside en la voluntad individual de cada una para asumir esta responsabilidad, sino en la existencia de un entorno que lo haga posible. La conciliación sigue siendo uno de los mayores desafíos para muchas profesionales, y es ahí donde las normativas flexibles juegan un papel fundamental para eliminar las barreras de género. Así, tal y como asegura María de los Ángeles García, no se trata únicamente de abrir puertas, sino de garantizar que las condiciones permitan a las mujeres atravesarlas sin renuncias.

¿Considera que en la sanidad aún existen techos de cristal?

Creo que cada vez son menores en cantidad y calidad. Las mujeres optan a cargos directivos o intermedios de responsabilidad por su valía y esfuerzo constante, y cada día lo hacen con más ilusión y empuje. Es cierto que, detrás, ha de haber una familia que respalde esta decisión, al igual que cuando accede un hombre. Y que, desde la Administración, hacen falta normativas flexibles que faciliten el cuidado de la familia, hijos y mayores, e incentiven, casi siempre con proyección y desarrollo profesional, a las mujeres. En tanto en cuanto facilitemos socialmente esas circunstancias limitantes, la mujer asumirá más retos, liderazgos y proyectos decisivos para nuestras instituciones.

Como directora gerente, ¿qué aspectos valora positivamente para promocionar a los profesionales con los que trabaja?

Los recursos humanos, nuestros profesionales, son el mayor valor de la institución. Toda tecnología que apoye el diagnóstico y el tratamiento de nuestros pacientes siempre estará por debajo de un profesional sanitario que aporta empatía, calidad, calidez y valor tanto al sistema como a nuestros pacientes, a los que nos debemos como vocación de servicio público. Y estos profesionales deben medirse por sus cualidades, conocimientos, habilidades y aptitudes y actitudes. Son la mochila de valor que cada uno aporta a su organización y, además, permite el empuje por mejora continua. Actualmente, tenemos más de 4800 mujeres maravillosas trabajando con nosotros, es decir, más del 72% de la plantilla.

¿Qué ventajas supone contar con este amplio porcentaje de mujeres?

No es cuestión de género. Todos los profesionales del hospital aportan una visión integral y equilibrada en la toma de decisiones y en la atención a los pacientes. Demuestran una enorme capacidad de liderazgo, empatía y resiliencia. La diversidad siempre enriquece y, en este caso, es un motor clave para la excelencia en la gestión sanitaria y en la calidad del servicio que ofrecemos a la sociedad. De hecho, durante estos casi 6 años que llevo como gerente, todos y cada uno de nosotros, haciendo equipo, hemos aprendido a reaccionar y adaptarnos a una pandemia, así como a lograr retos estratégicos para nuestro hospital.

¿Cómo se puede mejorar la presencia de la mujer en las organizaciones?

Deberíamos poner más empeño en agradecer y reconocer a todas las mujeres del pasado y presente por su compromiso con el sistema sanitario, en particular, y con el mundo, en general. Y animar a todas y cada una de las mujeres, jóvenes y maduras, a asumir retos con ilusión y empuje poniendo en valor todas nuestras capacidades de liderazgo, cuidado y mejora continua del mundo que nos rodea.