Salud mental
Alertan sobre los códigos secretos que usan los adolescentes para hablar de autolesiones en X (Twitter)
La imagen de un código de barras o las palabras coloquiales en inglés para expresar dolor "ouch" y "ouchie" esconden contenidos vinculados a esta práctica, según una investigación
El 18% de los adolescentes en los países occidentales se infligen daño con intenciones no suicidas en algún momento de su desarrollo. La Asociación Española de Pediatría estima que este es el porecentaje de menores que se provocan lesiones antes de los 18 años en nuestro país, y un informe de la Fundación ANAR de 2020 indicaba que, con el regreso a las aulas tras el período de confinamiento, en 2020, las autolesiones en adolescentes se incrementaron un 246,2% respecto al año anterior.
En las edades comprendidas entre los 12 y los 18 años es en las que se inician el 70% de los transtornos mentales. Las causas están implícitas en el paso de la niñez-adolescencia a la edad adulta, un periodo convulso y complejo en el que afloran emociones como la tristeza, la irritabilidad, el miedo o la ansiedad y problemas como la preocupación por la imagen corporal, la dificultad para controlar el uso de aparatos tecnológicos o las adicciones, entre otros. La frecuencia y la intensidad de las emociones negativas son las que determinan si serán conductas patológicas en el futuro o no.
Pediatras, médicos de Atención Primaria y psicólogos han alertado en los últimos años del aumento de estas conductas lesivas, que no son otra cosa que mecanismos de afrontamiento que alertan sobre una angustia psicológica subyacente.
Con el objetivo de arrojar luz sobre los códigos que emplean los jóvenes que se autolesionan en las redes sociales para comunicarse sin ser detectados, hace ya más de dos años un equipo de investigadores universitarios de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), co-liderados por la catedrática de Publicidad Esther Martínez Pastor, comenzó a rastrear distintos medios y redes sociales para entender cómo se representa este fenómeno en dichas plataformas. Con el resultado y análisis de los datos, se descubrió que los jóvenes están creando en las redes una identidad de grupo a través de un lenguaje propio, con imágenes que identifican entre sí y con hashtags y palabras concretas para buscarse en redes.
"Los datos recolectados y analizados para el estudio indican la existencia de una comunidad global y activa de usuarios, donde estos comparten principalmente contenidos vinculados a su experiencia personal con las autolesiones", señalan.
Ahora, este equipo de la URJC ha lanzado una campaña de sensibilización para dar a conocer a la población estos códigos y palabras clave como estrategia de prevención frente a problemas de salud mental. La campaña consta de un kit informativo con forma de caja de tiritas para que jóvenes, profesionales e instituciones se familiaricen y destapen las expresiones y símbolos que usan para ocultar sus prácticas en las comunidades digitales. Posteriormente, la idea es que se puedan activar mecanismos de actuación en el entorno de los adolescentes que conforman esta red.
Palabras clave
La campaña ha escogido las palabras y símbolos más representativos entre los hashtags y las imágenes usadas por las comunidades digitales en el entorno de las autolesiones. Como sucedía hace una década con los foros donde se "romantizaban" los trastonos de la conducta alimentaria como la anorexia y la bulimia con palabras como "pro-ana" y "pro-mia", las conductas autolesivas se ocultan bajo símbolos como el "código barras", una imagen que representa la palabra clave "barcode" como metáfora de los cortes provocados por las autolesiones. Por otro lado, la imagen de las alubias ("beans", en inglés) describe el aspecto de la hipodermis, la capa menos superficial de la piel, después de recibir una herida profunda.
Además, usan imágenes de cuchillas de gatitos para camuflan los cúteres y cuchillas que se usan para autoinflingirse daño con una estética infantil y coqueta, las palabras "ouch", "ouchie" (dolor en inglés coloquial) y la palabra "trasto", como abreviación de "trastorno" o "trastornado" (en las comunidades que hablan en español), que se puede usar en conjunción con otras palabras, como "trastoamigos"
"Tweets" de todo el mundo
El estudio se centró principalmente en la red social X (anteriormente conocida como Twitter). Durante seis meses -desde noviembre de 2022 a junio de 2023-, una aplicación diseñada por el equipo de investigación rescató los 'tweets' que mencionan los hashtags más utilizados en la red en relación con las autolesiones. Se recolectaró y analizó una muestra de 187.906 "tweets", provenientes de 66.732 de usuarios distintos, con un total de 1.798.711 "likes" y 196.112 "retweets" publicados en todo el mundo. De esta muestra, el equipo de investigación analizó mil 'tweets' manualmente. Los datos recolectados y analizados para este estudio indican la existencia de una comunidad global y activa de usuarios, donde estos comparten principalmente contenidos vinculados a su experiencia personal con las autolesiones.
Estos datos son coherentes con los hallazgos de estudios previos, que indican que los jóvenes que practican las autolesiones encuentran apoyo emocional en las redes sociales. Al compartir sus experiencias, los jóvenes sienten que están más arropados que por su familia, amigos o entorno educativo. "Sin embargo, estos contenidos pueden ser muy nocivos, ya que carecen de filtros efectivos que protejan la sensibilidad de los usuarios de la plataforma y les hacen retroalimentarse, generando conductas adictivas", alertan desde la URJC.
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