Prepara este sencillo repelente casero para evitar que tu perro orine en la alfombra

Tener un cachorro en casa es una de las experiencias más bonitas que puede vivir una familia. El efecto es inmediato. Allí donde haya un cachorro, sólo queda espacio para la ternura. Sin embargo, también tiene sus inconvenientes. El primero y más molesto, es el tema del pis. Durante las primeras semanas, el perro no podrá salir de casa. Porque necesita que se le inoculen primero todas las vacunas… y que así pueda pasear por la calle con seguridad. Como es lógico, durante ese periodo, el cachorro tendrá que hacer sus necesidades en casa y no hay mucho que podamos hacer para remediarlo.

Ahora bien, una vez que el animal tiene sus vacunas en regla y una vez que el veterinario nos lo ha autorizado, debemos comenzar con el adiestramiento de nuestro perro para que aprenda que el lugar idóneo para hacer pis es la calle. Y es aquí donde entran en juego los “repelentes caseros”, que actuarán como complemento a los premios y a los paseos frecuentes… con los que adiestraremos a nuestro perro.

Un repelente infalible

Por todos es conocido que el sentido del olfato de los perros es mucho más agudo que en los seres humanos. Por eso, algunos productos que para nosotros pueden pasar desapercibidos, para los perros pueden resultar tremendamente molestos. En muchas ocasiones, esto es una auténtica desventaja en contra de los humanos, pero en esta ocasión, es algo que podemos utilizar a nuestro favor.

Uno de estos aromas que resultan especialmente insoportables para los perros es el de los cítricos, especialmente el del limón. Puedes comprobarlo fácilmente, sólo tienes que hacerle un corte a un limón y acercarlo a su nariz… y verás cómo empezará a hacer muecas. Para fabricar este repelente a base de cítricos, lo único que deberás hacer es exprimir 100 mililitros de su jugo… y mezclarlo con medio litro de agua y una cucharada de bicarbonato de sodio.

Lo único que falta ahora es meter la mezcla en un vaporizador y rociar las zonas más susceptibles de sufrir la orina de nuestro perro, como el cubo de la basura, las alfombras o los sofás. Este repelente casero cumplirá dos funciones: por un lado, es un aroma que -como hemos dicho- le genera mucho rechazo a nuestro perro, por lo que evitará acercarse más de la cuenta. Y por otro lado, es un olor tan fuerte que conseguirá eliminar los rastro que el animal ha dejado en otras ocasiones; por lo que no se sentirá tentado de volver a marcar el mismo lugar.