Malas predicciones
La Universidad de Washington prevé una sexta ola en España
El prestigioso centro investigador Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) proyecta un escenario duro con una subida abrupta de contagios que alcanzaría a final de año un pico similar al de la quinta embestida del virus
El Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME), un prestigioso centro investigador de la Universidad de Washington, en Seattle (EE UU), creado por la Fundación Bill y Melinda Gates, ha tenido luces y sombras durante toda la pandemia. Por ejemplo, acertó plenamente al predecir con meses de antelación la dura factura que pasarían la segunda y la tercera gran embestida del virus en España en términos de contagios, ingresos hospitalarios y fallecimientos.
Una de sus grandes sombras fue, sin embargo, errar con la quinta ola. De hecho, llegó a poner en duda que llegara a producirse en nuestro país. Al final, esta última sacudida que coincidió con el verano provocó más de un millón de infecciones y 5.000 muertes en nuestro país. Ahora, en medio de un fuerte repunte del número de casos en toda Europa, particularmente en el Este, el IHME efectúa nuevas proyecciones y la curva que dibuja no es precisamente esperanzadora en algunos de los escenarios que plantea.
En concreto, empeora sus perspectivas de base para España y prevé una sexta ola de dimensiones similares a las de la quinta en lo que se refiere al número de casos. El organismo contempla un crecimiento de los contagios que empezará a ser abrupto en la segunda quincena de este mes y se disparará durante todo diciembre, alcanzando el pico en los últimos días del año. El peor escenario previsto se dibuja sobre un incremento disparado de las interacciones sociales y la relajación absoluta en el uso de las mascarillas. Si esto se produjera, el IHME prevé que alrededor del 30 de diciembre España podría superar incluso las 92.000 infecciones ese día en el mejor de los casos, para descender inmediatamente después. Se trataría de un escenario en el que no habría medidas de protección.
Si se intensifican las medidas restrictivas, incluido el uso de mascarillas, el pico sería mucho más suave y no se superarían ese día los 8.500 casos diagnosticados. En este escenario más optimista, el pico de la sexta ola sería mucho más bajo que el alcanzado en la quinta, y no se llegaría a él hasta finales de enero, cuando se alcanzarían los 16.000 casos. La cifra iría después descendiendo.
El IHME realiza sus proyecciones también en dos situaciones que son consecuencia del aumento de los contagios: el uso de los recursos hospitalarios, tanto de camas de agudos como de unidades de cuidados intensivos (UCI), y los fallecimientos. El instituto estima que el peor momento de ingresos llegaría alrededor de 15 días después del alcanzarse el pico de casos, en torno a mediados de enero. En el peor escenario, el de multiplicación de los contactos sociales y ausencia de mascarillas, España necesitaría unas 24.000 camas de agudos para atender a los enfermos de Covid. De ellas, algo más de 4.500 estarían ocupadas por pacientes críticos. A partir de ahí, los recursos sanitarios se irían liberando de nuevo al haberse superado esa sexta ola.
Con las defunciones sucedería algo parecido. El IHME dibuja el peor escenario para la segunda mitad de enero, unos 20 días después de producirse el pico de contagios. En ausencia de todo tipo de medidas preventivas, España registraría una media de 1.907 muertes el 23 de enero, un número que descendería en picado días después. En un escenario totalmente conservador, con uso masivo de mascarillas y restricciones de interacción, el pico se alcanzaría a mediados de febrero y el impacto de la ola sería mucho más reducido, cifrándose en el mejor de los casos en 63 óbitos ese día.
Las proyecciones del organismo parten de la generalización de la vacunación con todas las dosis completadas, dejando un mínimo de personas sin inmunizar.
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