Récord
El 1 de julio el virus alcanzó su nivel más infectivo desde el estallido de la pandemia
Cada positivo contagiaba de media a 1,73 personas. Desde entonces ha empezado a bajar, pero España sigue por encima del umbral de riesgo
El pasado 1 de julio, el poder contagioso del virus SARS-CoV-2 y de sus variantes alcanzó el punto más álgido de toda la pandemia en España, sólo por detrás del momento en el que se produjo su estallido, en marzo de 2020. Ese día, cada infectado llegó a contagiar la Covid-19 a 1,73 personas de media en el conjunto del país, lo que supone una velocidad de vértigo en la transmisión que parece haber empezado a remitir, aunque de forma muy suave.
Al margen de la eclosión de hace 16 meses, no se había producido una subida semejante en nuestro país a lo largo de toda esta crisis de salud pública, lo que puede atribuirse al levantamiento de las restricciones sociales pero, sobre todo, al fin de la obligatoriedad de las mascarillas al aire libre y a la acelerada expansión de la variante Delta –la india– por toda la geografía.
En marzo de 2020, en torno al día 9, cada contagiado infectaba de media a 2,74 personas, una cifra tal que llevó a las autoridades a decretar con urgencia el estado de alarma y uno de los confinamientos más severos de todo el planeta. El poder contagioso del virus o Rt (Número Reproductivo Básico Instantáneo), como se le conoce de forma técnica, empezó entonces a caer en picado como consecuencia del frenazo de los contactos sociales y de la movilidad de la población. El 9 de mayo de 2020 ya había bajado del 1, la cifra a partir de la cual se disparan las alarmas entre los epidemiólogos porque significa que el patógeno ha dejado de contenerse y la pandemia avanza.
Ese día la cota se situó en 0,60, su cota más baja hasta la fecha. Desde entonces y hasta ahora la evolución de la curva ha mantenido la forma de picos de sierra, que aumentaban o disminuían en función de la mayor o menor virulencia de los diferentes brotes y de la aplicación o el levantamiento de restricciones como, por ejemplo, los toques de queda o las limitaciones de aforos.
Los momentos álgidos de este número han venido produciéndose días antes del estallido de los contagios en todas las olas, y en la quinta no ha habido excepción. La información recopilada por el Instituto de Salud Carlos III y la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Renave) muestran precisamente esa tendencia en julio. A principios, la Rt se disparó hasta niveles nunca vistos desde marzo de 2020 y días después, las infecciones empezaron a batir marcas, disparándose la incidencia acumulada de casos diagnosticados en los últimos 14 días por cada 100.000 habitantes muy por encima de 500. Desde esa fecha la Rt no ha dejado de bajar y ya se sitúa en 1,32 en el conjunto del país. Se trata de una cifra que sigue superando el umbral de riesgo del 1, pero su tendencia decreciente apunta a una previsible estabilización en la cifra de infecciones y deja atisbar el pico al que aludió en su última comparecencia el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias (CCAES) del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón.
Los datos del Instituto de Salud Carlos III muestran una evolución dispar en función de los diferentes territorios. En algunas regiones el número de contagios por cada infectado sigue en niveles alarmantes. En Aragón, por ejemplo, la cifra es de 1,81. En Asturias se supera la media, con un 1,45. En destinos turísticos como Baleares y Canarias, la cota es de 1,3 y 1,2, respectivamente. En Castilla y León llega a 1,43, y en Cataluña a 1,33. Esta última comunidad ha sido el epicentro de los contagios en esta quinta ola, aunque la tendencia apunta a una estabilización. En Galicia y Madrid, el pico parece alcanzado tras registrar una Rt de 1,56 y de 1,45, respectivamente.
En su información, el Instituto Carlos III recuerda que el número de reproducción básico instantáneo (Rt) es el número promedio de casos secundarios que cada sujeto infectado puede llegar a infectar en una etapa de tiempo. También especifica que se trata de estimaciones realizadas con los datos individualizados notificados a la Renave, y resalta que todos los resultados son provisionales y deben interpretarse por tanto con precaución.