Salud cardiovascular

Qué dicen los mayores estudios científicos sobre el impacto en el corazón del consumo de marihuana

Los investigadores han descubierto que los consumidores de cannabis menores de 50 años tenían seis veces más probabilidades de sufrir un infarto que quienes no la consumían y un metaanálisis mostró un aumento del 50% del riesgo entre los consumidores

Una mujer fuma marihuana durante una manifestación a favor de su legalización
Una mujer fuma marihuana durante una manifestación a favor de su legalizaciónFrancisco GuascoAgencia EFE

La marihuana ya es legal en muchos lugares. Así, su uso recreativo se legalizó en Canadá en 2018, en Malta en 2021, Luxemburgo en 2023, en Alemania en 2024 y en EE UU es legal en 24 de los 50 estados, entre otros muchos países.

Pero, ¿es segura? Dos nuevos estudios refuerzan la creciente evidencia científica de que quienes consumen cannabis tienen mayor probabilidad de sufrir un infarto que quienes no la consumen, incluso entre adultos jóvenes y por lo demás sanos.

Los hallazgos provienen de un estudio retrospectivo de más de 4,6 millones de personas, publicado en "JACC Advances", y de un metaanálisis de 12 estudios previamente publicados que se presentará en la Sesión Científica Anual del Colegio Americano de Cardiología.

Así, en el estudio retrospectivo, los investigadores descubrieron que los consumidores de cannabis menores de 50 años tenían seis veces más probabilidades de sufrir un infarto que quienes no la consumían.

El metaanálisis, el mayor estudio conjunto hasta la fecha que examina los infartos y el consumo de cannabis, mostró un aumento del 50 % en el riesgo entre quienes consumían la droga.

"Preguntar sobre el consumo de cannabis debería formar parte de la evaluación diagnóstica de los médicos para comprender el riesgo cardiovascular general de los pacientes, de forma similar a preguntar sobre el consumo de cigarrillos", afirma en un comunicado Ibrahim Kamel, instructor clínico de la Facultad de Medicina Chobanian y Avedisian de la Universidad de Boston, residente de medicina interna del Centro Médico St. Elizabeth de Boston, y autor principal del estudio.

"A nivel de políticas, se debería emitir una advertencia para que quienes consumen cannabis sepan que existen riesgos", recomienda.

Kamel y su equipo realizaron el estudio retrospectivo utilizando datos de TriNetX, una red global de investigación en salud que brinda acceso a historiales médicos electrónicos. Sus hallazgos indican que, durante un seguimiento promedio de más de tres años, los consumidores de cannabis presentaron un riesgo más de seis veces mayor de infarto, cuatro veces mayor de accidente cerebrovascular isquémico, el doble de riesgo de insuficiencia cardíaca y tres veces mayor de muerte cardiovascular, infarto o accidente cerebrovascular.

Todos los participantes del estudio eran menores de 50 años y no presentaban comorbilidades cardiovasculares significativas al inicio del estudio, con presión arterial y niveles de colesterol LDL dentro de un rango saludable, sin diabetes, tabaquismo ni antecedentes de enfermedad coronaria.

Para el metaanálisis, los investigadores recopilaron datos de 12 estudios publicados previamente que, en conjunto, incluyeron a más de 75 millones de personas. De los 12 estudios, 10 se realizaron en Estados Unidos, uno en Canadá y uno en la India. Algunos estudios no incluyeron información sobre la edad de los participantes, pero la edad promedio fue de 41 años entre los que sí la incluyeron, lo que sugiere que la muestra recopilada refleja una población relativamente joven.

Considerados individualmente, siete estudios hallaron una asociación positiva significativa entre el consumo de cannabis y la incidencia de infartos, mientras que cuatro no mostraron diferencias significativas y uno mostró una asociación ligeramente negativa. Al combinar los datos de todos los estudios y analizarlos en conjunto, los investigadores hallaron una asociación positiva significativa: los consumidores activos de cannabis tenían 1,5 veces más probabilidades de sufrir un infarto que quienes no lo consumían.

El consumo de cannabis y la incidencia de infartos se evaluaron de forma similar en los diferentes estudios. Sin embargo, debido a inconsistencias en los datos disponibles de cada estudio, los investigadores no pudieron tener en cuenta varios posibles factores de confusión, como la duración y la cantidad de consumo de cannabis, el tabaco o el consumo de otras drogas.

“Debemos ser cautelosos al interpretar los hallazgos, ya que el consumo de cannabis suele asociarse con otras sustancias, como la cocaína u otras drogas ilícitas, que no se contabilizan”, afirma Kamel.

“Los pacientes deben ser francos con sus médicos y recordar que somos sus principales defensores y que contar con la información completa es importante”, añade.

Si bien no se comprenden completamente los mecanismos por los cuales la marihuana o sus componentes pueden afectar el sistema cardiovascular, los investigadores plantean la hipótesis de que puede afectar la regulación del ritmo cardíaco, aumentar la demanda de oxígeno en el músculo cardíaco y contribuir a la disfunción endotelial, lo que dificulta la relajación y expansión de los vasos sanguíneos, e incluso puede interrumpir el flujo sanguíneo.

Uno de los estudios incluidos en el metaanálisis reveló que el riesgo de infarto alcanzó su punto máximo aproximadamente una hora después del consumo de marihuana.

Dado que ambos estudios estaban limitados por su naturaleza retrospectiva y el metaanálisis estaba limitado por los desafíos inherentes a la combinación de datos de múltiples estudios, los investigadores dijeron que estudios prospectivos adicionales ayudarían a confirmar los hallazgos y determinar qué grupos pueden enfrentar el mayor riesgo.

Un estudio anterior presentado en la Sesión Científica Anual del Colegio Americano de Cardiología en 2023 encontró que el consumo diario de marihuana estaba asociado con un mayor riesgo de desarrollar enfermedad de las arterias coronarias.