Investigación
Otro motivo de peso para usar audífono si lo necesita
Una investigación concluye que los adultos con pérdida auditiva que utilizan audífonos reducen el riesgo de muerte prematura en casi un 25% independientemente de su edad o de si su sordera es leve o grave
No oír bien hace que muchas personas se aíslen socialmente. Sin embargo, los problemas con el sonotone y su precio hacen que muchos afectados no los usen, incluso aunque los acaben de comprar.
La pérdida de capacidad auditiva afecta aproximadamente a 4,6 millones de españoles, pero solo 4 de cada diez personas que necesitan audífonos los utilizan, según el Estudio Eurotrack 2023. En EE UU la situación es peor si cabe, ya que solo uno de cada 10 afectados se los ponen.
Pues bien, aquellos que no usan audífonos pero que los necesitan deberían querer convertirlo en uno de sus propósitos de Año Nuevo, según un estudio de Keck Medicine de la Universidad del Sur de California (USC) publicado hoy en la revista "The Lancet Healthy Longevity".
¿El motivo? "Los adultos con pérdida auditiva que usaban audífonos regularmente tenían un riesgo de mortalidad un 24% menor que aquellos que nunca los usaban", afirma en un comunicado Janet Choi, otorrinolaringóloga de Keck Medicine e investigadora principal del estudio.
"Estos resultados son interesantes porque sugieren que los audífonos pueden desempeñar un papel protector en la salud de las personas y prevenir la muerte prematura", añade. Algo clave, ya que en 2050 una de cada diez personas en el mundo sufrirá una pérdida de audición discapacitante.
Investigaciones anteriores han demostrado que la pérdida auditiva no tratada puede provocar una reducción de la esperanza de vida (así como provocar aislamiento social, depresión y demencia).
Sin embargo, hasta ahora, se han realizado muy pocas investigaciones que examinen si el uso de audífonos puede reducir el riesgo de muerte. Según Choi, el estudio representa el análisis más completo hasta la fecha sobre la relación entre la pérdida auditiva, el uso de audífonos y la mortalidad en los Estados Unidos.
La otorrinolaringóloga y sus colegas investigadores utilizaron datos compilados por la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición entre 1999 y 2012 para identificar a casi 10.000 adultos de 20 años en adelante que habían completado evaluaciones de audiometría, una prueba utilizada para medir la capacidad auditiva, y que completaron cuestionarios sobre su uso de audífonos. Los investigadores siguieron su estado de mortalidad durante un período promedio de seguimiento de 10 años después de sus evaluaciones.
Identificaron 1.863 adultos con pérdida auditiva. De ellos, 237 eran usuarios habituales de audífonos, caracterizados como aquellos que reportaron usarlos al menos una vez a la semana, cinco horas a la semana o la mitad del tiempo, y 1.483 fueron identificados como afectados auditivos que nunca usan los dispositivos.
Los sujetos que informaron haber usado los dispositivos menos de una vez al mes o con menos frecuencia fueron categorizados como usuarios no habituales.
Los investigadores descubrieron que la diferencia de casi el 25% en el riesgo de mortalidad entre los usuarios habituales de audífonos y los que nunca los utilizaban se mantenía estable, independientemente de variables como el grado de pérdida auditiva (de leve a grave); edad, origen étnico, ingresos, educación e historial médico.
No hubo diferencias en el riesgo de mortalidad entre los usuarios no habituales y los que nunca los usaron, lo que indica que el uso ocasional de audífonos puede no proporcionar ningún beneficio para reducir la mortalidad prematura.
Si bien el estudio no examinó por qué los audífonos pueden ayudar a quienes los necesitan a vivir más tiempo, Choi señala una investigación reciente que vincula el uso de audífonos con niveles más bajos de depresión y demencia.
Ella especula que las mejoras en la salud mental y la cognición que conlleva una mejor audición pueden promover una mejor salud general, lo que puede mejorar la esperanza de vida.
La investigadora espera que este estudio anime a más personas a usar audífonos, aunque reconoce que factores como el costo, el estigma y la dificultad para encontrar dispositivos que se ajusten y funcionen bien son barreras para su uso.
Algo que conoce bien Choi, que nació con pérdida auditiva en el oído izquierdo, pero no usó un dispositivo auditivo hasta los 30 años. Luego le llevó varios años encontrar unos que funcionaran eficazmente para ella.
Actualmente está trabajando en una base de datos impulsada por IA que clasifica las opciones de audífonos y las adapta a las necesidades individuales de los pacientes. También aboga por estudios más amplios para comprender mejor el vínculo entre el uso regular de audífonos y un menor riesgo de mortalidad, así como para promover el cuidado de la audición.
Algo indispensable, ya que más del 5% de la población mundial sufre una pérdida de audición discapacitante. Y en el caso de los mayores de 60 años más del 65% experimenta cierta pérdida auditiva, siendo de grado moderado o alto en casi el 25% de este grupo de edad, según el informe "World Reporte On Hearing" de la Organización Mundial de la Salud (OMS).