Mirar al sol y estornudar: la ciencia te lo explica

En algún momento de nuestra vida, todos hemos experimentado la horrible sensación de querer estornudar y no ser capaz. Por ello, cuando esto sucede, suele ser recomendable respirar aire frío, masajearse la nariz o un olor fuerte. Lo que a no todo el mundo se le ocurre es el hecho de mirar un objeto brillante para "provocar" un estornudo.

De hecho, la relación entre mirar al sol y estornudar es un "reflejo natural". Sería la más básica de todas las opciones, pero seguramente la más efectiva. Y es una que a todos o a la mayoría, nos ha pasado alguna vez en la vida. El motivo de este curioso suceso se debe a un proceso científico, mucho más complejo de lo que las personas nos podíamos pensar.

Un síndrome tiene la respuesta

Se llama síndrome ACHOO y es una condición genética que provoca estornudos como respuesta a la exposición a luces intensas, como la luz solar. Según varios estudios científicos, "alrededor de un 30% de las personas en el mundo estornuda bajo estas condiciones" tan específicas. Además, las investigaciones también apuntan que "las personas tienen 50% de probabilidades de heredar el reflejo de estornudo fótico si uno de tus padres biológicos lo tiene".

Por otro lado, los expertos explican que "existen algunas características propias" que pueden predecir si sufres o no este síndrome ACHOO: más común entre las personas de raza blanca; más habitual en mujeres; y tener el tabique desviado. Puede ser ocasional o repetitivo, más o menos grave el estornudo, y es hereditario (aunque no te des cuenta de ello).

Motivos y riesgos

El principal motivo de este tipo de estornudos es que se "produce como una respuesta naso expulsiva, causado por la irritación de las membranas mucosas". "Es una respuesta al exponerse directamente a la luz solar ya que la pupila se contrae al recibir el estímulo y el nervio trigémino es el que provoca esta reacción corporal", explica la ciencia.

Además, puntualizan: "Es habitual que ocurra después de estar en un entorno oscuro y exponerte a ese estímulo". Por eso, no sólo sucede al mirar directamente al sol, sino que también puede pasar cuando una persona sale después de un tiempo en un túnel o al hacerse una foto con flash, en contextos de oscuros o por la noche.

Por último, es importante destacar que este tipo de estornudos "no conllevan ningún tipo de riesgo". Eso sí, hay que tener cuidado en según qué momento o situación ya que es un impulso que no se puede controlar. Por tanto, en algunos contextos habría que limitar las labores peligrosas o los riesgos innecesarios e, incluso, visitar a un oftalmólogo si te afecta de manera muy grave.