Salud pública
Consejos que ayudan a frenar las resistencias antimicrobianas
Estamos en la Semana Mundial de la Concienciación sobre la Resistencia a los Antimicrobianos
Por culpa de una otitis, por una infección de orina, por una neumonía... Son numerosas las ocasiones en las que tomar un antibiótico se presenta como la herramienta más adecuada para atajar un problema de salud. Y todos podemos necesitarlos, desde los más pequeños hasta los más mayores, pasando incluso por adultos sanos. Por ello, aunque pueda parecer baladí, el hecho de tomar un antibiótico y de que su efectividad no resulte suficiente para acabar con la infección se convierte en un problema de primer orden que pone en jaque la salud pública a nivel mundial.
El motivo son las resistencias antimicrobianas (RAM) provocadas por las bacterias con resistencia a múltiples antibióticos, consideradas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) una de las mayores amenazas a las que va a tener que enfrentarse el ser humano en el siglo XXI. Las cifras así lo apuntan, ya que, según datos de la OMS, en 2050 las muertes atribuibles a las infecciones por RAM podrían superar al cáncer como primera causa de muerte a nivel global, lo que justifica que se celebre la Semana Mundial de la Concienciación sobre la Resistencia a los Antimicrobianos 2024.
La amenaza es real y ya se cobra vidas. También en nuestro entorno. De hecho, «se estiman unas 4.000 muertes anuales en nuestro país por culpa de las bacterias multirresistentes a antibióticos, según datos del Ministerio de Sanidad. Y esta cifra es muy superior si se observan las muertes asociadas, ya que en España más de 23.000 personas fallecen al año a los 30 días de ser diagnosticadas de una infección por bacterias multirresistentes, según confirma el estudio ‘‘Seimc-BMR 2023’’, impulsado por la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc)», recuerda el doctor Rafael Cantón, jefe del Servicio de Microbiología en el Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid y miembro del Comité Científico de dicho estudio.
En la actualidad, los antibióticos están perdiendo eficacia y eso genera graves problemas de salud a medio y largo plazo que exigen actuar con determinación para frenar su expansión. «Que usemos antibióticos y que aparezcan resistencias es algo que debemos intentar minimizar, pero no podemos evitarlo en su completa dimensión. Se trata de algo inherente al propio consumo de estos fármacos, que son muy necesarios y eficaces, pero no hay que olvidar que el uso inadecuado y excesivo de estos medicamentos provoca que las bacterias se vuelvan resistentes a ellos: las cepas sensibles son destruidas cuando se exponen a los antibióticos, pero las resistentes siguen creciendo y multiplicándose, e incluso pueden diseminarse y causar infecciones a otras personas que no hayan tomado ningún antibiótico», advierte el doctor Álex Soriano, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínic de Barcelona.
Evitar las resistencias
Los datos confirman que hace falta actuar con determinación y, según los expertos, hay cuestiones que sí están en nuestra mano para mejorar las RAM. «Hay que insistir en campañas públicas de concienciación que reflejen el peligro para la salud que implica la resistencia a los antibióticos», reclama el doctor Cantón. Esta educación resulta fundamental para recordar a los ciudadanos la importancia de cumplir a rajatabla la prescripción recomendada por los profesionales sanitarios. «Hay que entender que el médico toma la decisión de recetar un antibiótico, o de no hacerlo, porque es necesario. Y una vez prescrito ese fármaco, el uso adecuado del tratamiento antibiótico puede evitar que esas bacterias resistentes que emergen se amplifiquen. Resulta fundamental tomarlo en la dosis correcta y no más días de los necesarios, que el profesional habrá determinado. Si en la caja nos sobran, nunca hay que seguir tomándolos con la errónea interpretación de que así nos ayudará más a curar la infección», aconseja el doctor Soriano, quien añade que «los antibióticos que sobran nunca deben guardarse para usar ante futuras infecciones. Deben desecharse siempre en la farmacia, donde se reciclará de manera correcta, y nunca a través de la basura del domicilio».
Además, otra manera de echar el freno al avance de las llamadas superbacterias pasa por mantener una buena higiene de manos en los entornos hospitalarios y sociosanitarios. «Cuando vamos a visitar a un familiar al hospital o cuando acudimos a una residencia de mayores o entorno sociosanitario es muy importante lavar bien las manos con gel hidroalcohólico para evitar que se dispersen la resistencias antimicrobianas, algo que los profesionales también deben cumplir a rajatabla cuando se confirma que hay un paciente con un microorganismo multirresistente. Es la estrategia más eficiente para evitar la diseminación», aclara el doctor Soriano.
La importancia del diagnóstico certero
España ha reducido las cifras de consumo de antibióticos en los últimos años, pero siguen tareas pendientes de mejorar. «Se está logrando una importante labor de prevención a través de la mejora del diagnóstico microbiológico. Por eso reivindicamos la necesidad de que haya una actuación continuada de 24 horas al día en los laboratorios de Microbiología para que se pueda realizar un diagnóstico más rápido y certero», reclama el doctor Cantón. Otra medida que se ha demostrado muy eficaz «es el empleo del test rápido de detección de antígeno estreptocócico en atención primaria, ya que permite al médico o pediatra diferenciar una infección vírica de una bacteriana y actuar en consecuencia», añade el doctor Soriano.