Reumatología
Cómo evitar el dolor de la artrosis
Incluso en fases avanzadas existen diferentes opciones terapéuticas para aliviar los síntomas de esta enfermedad
Dolor, que suele empeorar a medida que avanza el día, hinchazón o rigidez son algunos de los síntomas que provoca la artrosis, una enfermedad articular degenerativa cuya incidencia va en aumento, hasta el extremo de que un estudio publicado en «The Lancet Rheumatology» advertía del tsunami de casos se avecina: aumentarán en un 85,14% en 2050.
Pero reducir el dolor y evitar una pérdida progresiva de movilidad por culpa de esta enfermedad, que se produce por el desgaste del cartílago que recubre las articulaciones, está en nuestras manos. Así, lo más importante es acudir cuanto antes al médico.
«El dolor suele aparecer cuando el desgaste ya está avanzado, pero no necesariamente significa que sea “demasiado tarde” para tratar la artrosis. El dolor es un síntoma clave que indica que el cartílago ha perdido parte de su capacidad de amortiguar el roce entre los huesos, lo que provoca fricción y, por lo tanto, dolor y rigidez. Sin embargo, es importante destacar que el dolor en la artrosis no siempre está relacionado únicamente con el desgaste del cartílago. También intervienen otras causas, como la inflamación de la membrana sinovial, los cambios óseos (por ejemplo, la formación de osteofitos) y la afectación de los ligamentos y músculos que rodean la articulación. Estas estructuras pueden verse sobrecargadas debido a la pérdida de estabilidad articular, contribuyendo al dolor», explica el doctor Manuel Romero, jefe de servicio de Reumatología del Hospital Quirónsalud Córdoba.
Y, a pesar de que el dolor aparezca, esto «no implica necesariamente que hayamos llegado tarde», asegura.
«Incluso en fases avanzadas –prosigue–, existen diversas opciones terapéuticas para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. Estas incluyen tratamiento farmacológico, fisioterapia, pérdida de peso (si es necesario), ejercicios específicos para fortalecer los músculos que rodean la articulación, y, en otros casos, infiltración con ácido hialurónico, factores de crecimiento plaquetarios o incluso la cirugía».
En todo caso, lo más importante es que ante los primeros síntomas,como el dolor o la rigidez articular, se acuda al reumatólogo para evaluar la situación y establecer un plan de tratamiento adecuado. «Cuanto antes se inicie el tratamiento, mejores serán los resultados para ralentizar el progreso de la enfermedad y mejorar la función articular», destaca el doctor.
Y aunque se asocia comúnmente con el envejecimiento, lo cierto es que, como recoge la Organización Mundial de la Salud, el inicio habitual se presenta entre los 50 y 55 años, y también puede afectar a personas más jóvenes. Y es que hay «otros factores que contribuyen a su aparición, como lesiones previas, sobrepeso, alteraciones metabólicas o predisposición genética», afirma.
Por eso, esta patología también, aunque en menor medida, se da también en «jóvenes e incluso en niños», dice. De hecho, el 43% pacientes afectados tiene menos de 65 años, según datos facilitados en su día por la Fundación Internacional de la Artrosis (OAFI).
«En los jóvenes –prosigue el doctor–, la artrosis suele estar relacionada con lesiones deportivas, traumatismos repetitivos o alteraciones congénitas de las articulaciones. Algunas enfermedades metabólicas o inflamatorias y ciertos factores genéticos también pueden predisponer al desarrollo de artrosis a edades más tempranas. Y en el caso de los niños, aunque la artrosis primaria es extremadamente rara, existen condiciones como la displasia del desarrollo de la cadera o enfermedades inflamatorias que pueden acelerar el desgaste del cartílago articular».
Su prevención, en cuanto a los factores que sí pueden modificarse, resulta clave. Así, en cuanto a la actividad física, el reumatólogo recomienda «hacer ejercicio regularmente para mantener las articulaciones saludables. Los deportes de bajo impacto son los más recomendados, ya que fortalecen los músculos sin sobrecargar las articulaciones, como la natación y el aquagym. el ciclismo o las caminatas suaves».
Y es importante «evitar o practicar con moderación aquellas actividades de alto impacto o que impliquen movimientos bruscos repetitivos como correr en superficies duras, deportes como el fútbol, el baloncesto o el tenis», recomienda el doctor.
En cuanto al control del peso corporal, el doctor Romero incide en lo importante que es «mantener un peso saludable, ya que el exceso de peso pone una presión adicional en las articulaciones, sobre todo en rodillas, caderas y columna. Incluso una reducción moderada del peso puede aliviar la carga sobre las articulaciones y reducir el riesgo de desarrollar artrosis».
Respecto a la alimentación, aunque, como explica el doctor, «no hay una dieta específica que prevenga la artrosis», «mantener una alimentación equilibrada y rica en nutrientes que promuevan la salud articular puede ser de gran ayuda». ¿Cómo? Con «la dieta mediterránea, que es un excelente ejemplo. Algunos consejos recomendados incluyen: ácidos grasos omega-3 presentes en pescados grasos como el salmón y las sardinas, ayudan a reducir la inflamación; frutas y verduras, y evitar el consumo excesivo de alimentos procesados y azúcares, ya que pueden promover la inflamación y no aportan beneficios para la salud articular», detalla el reumatólogo.
Artritis vs artrosis, ¿son lo mismo?
►Aunque con frecuencia se confunden, no son lo mismo. Así, como detalla el doctor Romero, la artritis se refiere «a la inflamación de una o más articulaciones, un signo que puede presentarse en diversas enfermedades reumatológicas. No es una enfermedad en sí misma, sino una manifestación que aparece en algunas patologías reumáticas como el lupus, la gota, las espondiloartritis, y, de manera muy característica, en la artritis reumatoide».
En cambio, «la artrosis es una enfermedad degenerativa que se produce por el desgaste del cartílago que recubre las articulaciones, que puede ser acelerada por diversos factores y que afecta mayormente a personas mayores, aunque no exclusivamente», añade.
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