Trastornos mentales

Científicos descubren una nueva vía para el tratamiento de la psicosis

El hallazgo podría resolver la resistencia del 30% de los pacientes a los fármacos tradicionales y disminuir sus graves efectos secundarios

Adolescente, con ansiedad y retraimiento social, perfil de «alto riesgo» de psicosis
La esquizofrenia afecta a 1 de cada 100 personas larazon

Muchos de los avances científicos más significativos de cada época se han conseguido revisando teorías o principios que se creían inamobibles desde hace décadas. En este sentido, la psiquiatría es una de las especialidades en la que los tratamientos estándar de las patologías más graves- esquizofrenia, trastorno bipolar- tienen más de 30 años, y no se ha conseguido dar con nuevas formulaciones más eficaces y/o con menos efectos secundarios.

La esquizofrenia es un trastorno cerebral debilitante que afecta aproximadamente a 1 de cada 100 personas. Aunque los antipsicóticos son medicamentos muy efectivos en la inhibición de los síntomas más graves de la esquizofrenia -como las alucinaciones y los delirios- no resuelven síntomas como los déficits cognitivos y sociales, tienen efectos adversos especialmente graves y debilitantes- como la discinesia tardía (movimientos incontrolables del cuerpo) y el parkinsonismo (rigidez, temblores y lentitud de movimientos) y son ineficaces en un 30% de los pacientes.

Ahora, un equipo de científicos de Northwestern Medicine (Estados Unidos) parece haber encontrado la causa principal de estas deficiencias, y es que estos fármacos interactúan sobre unas neuronas que no son las que causan la psicosis. Aunque no se conoce con exatitud la causa de la esquizofrenia, se sabe que las personas que la padecen tienen niveles elevados de dopamina en una región del cerebro llamada estriado. Esta región tiene dos tipos principales de neuronas: las que tienen receptores de dopamina D1 y las que tienen receptores de dopamina D2. Los antipiscóticos inhiben la dopamina de los receptores D2.

Sin embargo, en la investigación, publicada en la revista científica 'Nature Neuroscience', descubrieron que fueron las otras neuronas (las que tienen receptores D1) las que respondieron a los estos fármacos. "El dogma ha sido que los antipsicóticos afectan preferentemente a las neuronas estriatales que expresan receptores dopaminérgicos D2. Sin embargo, cuando nuestro equipo puso a prueba esta idea, descubrimos que la forma en que un fármaco afecta a la actividad de las neuronas estriatales que expresan receptores D2 tiene poca relación con que sea antipsicótico en humanos. En cambio, el efecto de un fármaco sobre el otro tipo de neuronas estriatales, las que expresan receptores de dopamina D1, es más predictivo de si realmente funcionan", explicó Jones Parker, investigador principal del trabajo, según informa Ep. "Se trata de un hallazgo histórico que revisa por completo nuestra comprensión de las bases neuronales de la psicosis y traza un nuevo camino para desarrollar nuevos tratamientos contra ella. Abre nuevas opciones para desarrollar fármacos más eficaces y que tengan menos efectos secundarios adversos que los actuales", añadió.

Estimulación cerebral para pacientes resistentes

Dado que el 30% de las personas con esquizofrenia y el 15% de las que sufren trastorno bipolar no responden al tratamiento con antipsicóticos, la comunidad científica lleva tiempo explorando otras vías eficaces para abordar estos trastornos graves. Es el caso de la estimulación cerebral profunda, un procedimiento neuroquirúrgico que implica la colocación de un dispositivo médico llamado neuroestimulador, que envía impulsos eléctricos a zonas específicas del cerebro, a través de electrodos. En todo el mundo, más de 160.000 pacientes han sido tratados con esta técnica de diferentes patologías cerebrales, principalmente por trastornos neurológicos como trastornos del movimiento o epilepsia.

Un estudio reciente, liderado por el grupo de investigación Idibaps del Hospital Clínic de Barcelona mostró que este tratamiento puede ser una alternativa segura y eficaz para tratar estos casos complejos. De los cuatro pacientes que participaron en el trabajo, dos tuvieron una respuesta terapéutica notable, el tercero experimentó alivio de los síntomas clínicos y el cuarto no respondió.“Fue posible interrumpir las sesiones de terapia electroconvulsiva de mantenimiento en los tres casos con respuesta. Los buenos resultados también permitieron reducir parte del tratamiento farmacológico”, explicó Miquel Bioque, investigador del grupo Idabaps Esquizofrenia, dirigido por Miguel Bernardo.