Estas son las cosas que he dejado de hacer desde que soy farmacéutica

A menudo, realizamos actividades cotidianas sin darnos cuenta de que algunos de estos hábitos pueden estar perjudicando nuestra salud. La forma en que nos sentamos, los alimentos que elegimos, pequeños detalles de nuestra rutina pueden tener un impacto significativo en nuestro bienestar a largo plazo. Aunque algunos de estos comportamientos parecen inofensivos, su repetición diaria puede conducir a problemas de salud que podrían haberse evitado con simples cambios.

Es normal que para quienes trabajan en el área de la salud, una vez se empiezan a adentrar más en la materia, lleguen a la conclusión de que muchos de sus comportamientos o decisiones del día a día son en realidad malos para sí mismos. Este es el caso de la farmaceuta y usuaria de Instagram, Elena de @infarmarte, quien nos comporte cuáles son los hábitos que ha abandonado desde que es profesional en farmacia.

Hábitos que nos hacen daño

Para evitar la pena de tirar una fruta o verdura que lleva tiempo en el frigo es común que retiremos directamente la parte infectada con moho. Así, nos hemos desecho de los hongos y "aprovechamos" todo el alimento sin pensar en las micotoxinas que se expanden. Estas son compuestos tóxicos que pueden contaminar una amplia variedad de alimentos, incluyendo granos, frutos secos, especias y productos derivados de animales que han consumido alimentos contaminados.

Por ejemplo, los hongos Aspergillus, Fusarium y Penicillium, se crean en condiciones de humedad y temperatura inadecuadas, lo que facilita la proliferación de micotoxinas en los alimentos almacenados o mal manipulados. La presencia de estas toxinas es preocupante porque, fuera del hongo que retiramos, pueden pasar desapercibidas, ya que no alteran el sabor, el color ni el olor del producto contaminado, lo que dificulta su detección sin métodos de análisis específicos.

Entre los efectos más comunes se encuentran la inmunosupresión, el daño hepático, y un mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer. Además, las micotoxinas pueden afectar negativamente a los sistemas reproductivo y nervioso. Asimismo, con la misma intención de no desperdiciar alimentos, está el comer latas de conserva infladas o abollonadas. El riesgo de estas latas es que sus imperfecciones revelan daños en el material hermético lo que permite la entrada de bacterias.

Cosas que tenemos en casa y nos hacen daño

Respecto a los objetos que tenemos por casa, dormir con edredones, fundas y almohadas hechas con pluma de ave verdadera tiene consecuencias en nuestro sistema respiratorio. Elena nos revela que estudios han confirmado que esta ropa de cama podría estar relacionada con la fibrosis pulmonar y la neumonitis. Ambas enfermedades afectan gravemente la salud respiratoria, la primera de forma crónica e irreversible y la segunda inflamatoria y bastante incómoda de sobrellevar.

Otro objeto que solemos tener por casa son los tuppers con bisfenol A. Estos se caracterizan por ser de plástico y tener una indicación con el número 7. El bisfenol A (BPA) ha suscitado preocupación debido a sus efectos como disruptor endocrino. El BPA puede imitar las hormonas naturales del cuerpo, especialmente el estrógeno, lo que puede alterar el equilibrio hormonal y afectar el sistema reproductivo.

Estudios han relacionado la exposición al BPA con problemas de fertilidad, trastornos del ciclo menstrual en mujeres y un mayor riesgo de desarrollar cánceres hormonodependientes, como el cáncer de mama y de próstata. Al calentar estos tupper ingerimos este químico alterando nuestro organismo.