Salud
¿Amaneces con muchas legañas? Este es el momento en el que deberías empezar a preocuparte
Un incremento sostenido y pronunciado en la cantidad de legañas, puede ser la manifestación de un problema subyacente
La sensación de despertarse con una costra extraña en el borde de los ojos es muy desagradable. Por eso no tardamos nada en retirar las legañas con nuestros dedos. Básicamente, las legañas son acumulaciones de líquido lacrimal seco y células epiteliales muertas. O sea, que las lágrimas que luego se transforman en legañas ayudan a mantener los ojos lubricados y ayuda a prevenir una sequedad que puede generar molestias. Pero, ¿por qué algunas personas tienen más cosas raras que otras? ¿Y qué significa si hay muchas de ellas? ¿Deberíamos preocuparnos?
¿Cuándo debemos empezar a preocuparnos?
La respuesta a la primera pregunta no es clara. Aunque no se sabe a ciencia cierta por qué algunas personas se despiertan con más legañas que otras, si estas se encuentran dentro de “lo normal” para una persona en particular, es decir, si no ha habido un aumento brusco en la cantidad de legañas, no deberíamos preocuparnos en absoluto.
Si ocurre un día de forma puntual, no hay nada de lo que preocuparse. Seguramente se deba a que una pequeña partícula ha caído en el globo ocular por la noche… y eso ha provocado el lagrimeo nocturno. Ahora bien, si notamos un incremento sostenido y pronunciado en la cantidad de legañas de nuestros ojos, entonces sí que puede ser la manifestación de un problema subyacente. Otra mala señal es que las legañas no estén localizadas únicamente en el lacrimal (la parte del ojo más cercana al tabique nasal), sino que estén repartidas por los párpados.
Si experimentamos este problema durante varios días es importante que consultemos a un oftalmólogo, sobre todo si las legañas son blancas o amarillas. Los síntomas anteriormente descritos son la forma en que suele manifestarse la blefaritis, que es una inflamación del párpado provocada por una pequeña infección de los pelitos de las pestañas o por alguna otra anomalía de este tipo.
También pueden ser un indicio de conjuntivitis vírica o bacteriana. Aunque la secreción generada por la conjuntivitis bacteriana es más densa y presenta tonos que van del amarillo al verde, mientras que la descarga originada por la infección vírica es más líquida y tiene un tono más blanquecino. En caso de tratarse de conjuntivitis, la Sociedad Española de Oftalmología señala que las legañas también estarán acompañadas de picor de ojos, lagrimeo constante, ojos rojos y sensibilidad a la luz.
Si se trata de conjuntivitis, deberemos limpiar las legañas con cuidado para evitar que la infección se propague, porque es una condición muy contagiosa. Un remedio casero especialmente recomendado en estas situaciones es la manzanilla. Esta infusión puede ayudar a reducir la inflamación, aliviar el malestar y limpiar la infección. La manera más adecuada de hacerlo es empapando una gasa esterilizada con unas gotas de manzanilla tibia, y colocarla brevemente sobre el lacrimal, de forma que la legaña se humedezca y no arañe el ojo al retirar la legaña con suavidad. Y, por último, deja la compresa durante un par de minutos sobre la zona para que haga efecto.
Si las legañas persisten después de unos días, es importante consultar a un oftalmólogo. El oftalmólogo puede examinar el ojo y determinar si hay un problema subyacente que necesita ser tratado. Si se diagnostica una infección ocular, se pueden recetar antibióticos tópicos para tratar la infección.
✕
Accede a tu cuenta para comentar