Muchas veces buscamos el secreto para vivir más tiempo en lugares equivocados. Desde dietas milagro hasta cremas antiedad, pasando por gurús de la criogenización o el antienvejecimiento. Pero a veces se nos olvida empezar por nosotros mismos. Por los hábitos que cuidan de nuestro organismo, nuestros órganos y, en especial, de nuestro corazón. En este sentido, una nuevo estudio sugiere que las personas que se adhieren firmemente (y sin flaquear) a una serie de 8 consejos de salud cardiovascular pueden vivir casi una década más que las que no lo hacen.

El estudio, publicado en Circulation, halló que las personas con puntuaciones más altas a la hora de seguir estos parámetros vivían hasta nueve años más de media que las que tenían las puntuaciones más bajas. A más puntos, más longevidad. Y estos miden la adherencia a un conjunto de comportamientos de estilo de vida y factores de salud desarrollados por la Asociación Americana del Corazón conocidos como los 'Life's Essential 8' o los ocho aspectos esenciales de la vida.

Los nuevos resultados demuestran "que se puede modificar el estilo de vida para vivir más", afirma el doctor Lu Qi, autor principal del estudio, profesor de Epidemiología y director del Centro de Investigación sobre la Obesidad de la Universidad de Tulane, en Nueva Orleans.

El estudio es, hasta ahora, uno de los que cuentan con la mayor muestra de participantes. Así, Qi y sus colegas analizaron los datos de 23.003 adultos que participaron en la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición 2005-2018, vinculándola con los datos del Índice Nacional de Defunciones hasta el 31 de diciembre de 2019. Los sujetos tenían entre 20 y 79 años y fueron seguidos durante una mediana de 7,8 años.

Utilizando una escala de 100 puntos, los investigadores determinaron si los participantes tenían puntuaciones de salud cardiovascular bajas (puntuación inferior a 50), moderadas (50 a 79) o altas (80 o más) para cada uno de los ocho componentes. También calcularon una puntuación global de salud cardiovascular.

Pero, ¿cuáles son estas ocho pautas que debían seguir para vivir más? No debería sorprendernos su aparente "simplicidad", pues, como hemos mencionado a veces el enigma de la longevidad se encuentra en lo "obvio". Así, estas medidas recomiendan no consumir tabaco, mantenerse físicamente activo, seguir una dieta sana, dormir las horas adecuadas, controlar el peso y controlar la tensión arterial, la glucemia y el colesterol. Un estudio anterior a este descubrió que los adultos con mayor adherencia a estas medidas vivían más tiempo sin enfermedades crónicas que aquellos con puntuaciones más bajas.

Y en este caso, las conclusiones prueban que las personas con las puntuaciones globales más altas tenían una media de 8,9 años más de esperanza de vida a los 50 años que las que tenían las puntuaciones más bajas. Entre los componentes individuales, el consumo de tabaco, el sueño, la actividad física y los niveles de glucosa en sangre fueron los que más influyeron en la esperanza de vida.

En comparación con las personas que más fumaban, las que no fumaban vivían 7,4 años más. Los que dormían las siete a nueve horas recomendadas por noche vivían cinco años más que los que dormían demasiado o no lo suficiente. Las personas más activas físicamente vivieron 4,6 años más que las menos activas. Y los que obtuvieron puntuaciones más altas en el mantenimiento del control de la glucemia vivieron 4,9 años más que los que tenían un control deficiente de la glucemia.

"Lo que esto nos demuestra es lo importante que es una evaluación global de la salud cardiovascular, basada en estos ocho factores", declaró Nathan Wong, profesor y director del Programa de Prevención de Enfermedades Cardiacas de la división de cardiología de la Universidad de California en Irvine, que no participó en la investigación. "No se trata sólo de cumplir una o dos cosas". Si lo hacemos todo, viviremos casi 10 años más.

De hecho, otra de las conclusiones de este trabajo fueron que los participantes con una salud cardiovascular ideal tenían una esperanza de vida más larga que los individuos con una salud cardiovascular deficiente. Alrededor del 42% del aumento de la esperanza de vida en las personas con una puntuación ideal se atribuyó a un menor número de muertes relacionadas con enfermedades cardiovasculares. Y casi el 58% de los años de vida ganados por tener un mejor perfil de salud cardiovascular no estaban relacionados con enfermedades cardiovasculares. "Eso indica que el impacto de mantener una buena salud cardiovascular se extiende a otras causas de muerte", explica Wong.

Otros estudios sobre los 8 consejos: quienes los siguen padecen menos enfermedades crónicas que aparecen con la edad

Fue un estudio promulgado por la misma universidad, en Nueva Orleans, el que examinó si una alta puntuación de salud cardiovascular se asociaba a la ausencia de enfermedades crónicas. Para ello analizaron los datos de más de 136.000 adultos residentes en el Reino Unido que, en el momento de la inscripción, no padecían enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer o demencia y disponían de datos sobre la puntuación de salud cardiovascular.

Los resultados probaron que los que tenían una mayor adherencia a los "8 esenciales" vivían más años sin padecer enfermedades crónicas graves como diabetes, cardiovasculares, demencia y cáncer. En concreto, se esperaba que los hombres y las mujeres con una puntuación ideal pasaran el 75,9% y el 83,4% de sus vidas con buena salud, respectivamente. Mientras tanto, sus homólogos masculinos y femeninos con una marca deficiente pasarían el 64,9% y el 69,4% de sus vidas libres de enfermedades crónicas.

Wong afirmó que estos hallazgos deberían motivar a las personas a comprender mejor sus propios riesgos de salud cardiovascular a través de exámenes de puntuación de salud cardiovascular personalizada basada en los 8 consejos esenciales de la vida. "El consumidor puede hacerse una buena idea de su salud cardiovascular a partir de una evaluación de este tipo y de lo que puede hacer para mejorar su riesgo".

Aunque los 'Life's Essential 80 incluye muchos parámetros clave de la salud cardiovascular, según Wong, las investigaciones futuras deberían analizar en qué medida influyen otros factores. "La información sobre factores psicosociales como el estrés y la depresión, así como sobre los determinantes sociales de la salud, como el acceso a la atención sanitaria, también puede desempeñar un papel importante y modificar el impacto que los parámetros clave de la salud cardiovascular tienen en los resultados cardiovasculares y no cardiovasculares".