Perder kilos
Las «dietas milagro» son peligrosas para la salud y estas son las razones
Un menú muy restrictivo puede ocasionar estreñimiento, tiroides, insomnio, jaqueca...
Después del atracón que implica la Navidad –etapa en la que se estima que los españoles engordan, de media, al menos tres o cuatro kilos–, enero suele ser sinónimo de buenos propósitos. Y entre esas intenciones nunca falta la idea de perder peso y mejorar la alimentación. Sin embargo, para lograr ese anhelo cada vez más personas caen en la trampa de acudir a las denominadas «dietas milagro», una solución que puede resultar peligrosa para la salud, tal y como alertan los expertos.
En esta época del año es muy frecuente encontrar propuestas atractivas que prometen resultados inmediatos y sencillos para perder peso como las famosas «dietas milagro» u otros tratamientos que sin esfuerzo hacen creer que se puede lograr pérdida de peso. Sin embargo, «ante este tipo de tratamientos debemos de tener cuidado, porque pueden representar un peligro real para la salud. En concreto, pueden ocasionar un peligro real debido a la ingesta deficitaria de ciertos nutrientes pudiendo producir trastornos metabólicos, gastrointestinales, mayor insomnio, ansiedad, irritabilidad y distorsión de la imagen corporal», advierte Lourdes de la Bastida, nutricionista del Hospital Quirónsalud Córdoba.
Tal y como detalla la especialista, «cuando el tratamiento dietético no está ajustado a las necesidades de la persona, puede afectar negativamente al sistema inmunitario disminuyendo las defensas y deteriorando el funcionamiento del tiroides, páncreas o la función intestinal, favoreciendo el estreñimiento. Además, al no aportar suficientes nutrientes como la fibra, proteínas, vitaminas y minerales a través de la alimentación, hace que aumente el riesgo de presentar infecciones y con un peor pronóstico de las mismas», asegura De la Bastida.
Debido a la estrecha relación que existe entre la nutrición, el sistema inmunitario y las infecciones más frecuentes en estas fechas, es importante realizar una alimentación saludable antes, durante y después del contagio. «También es importante reducir el riesgo de ciertas enfermedades como la obesidad, ya que así evitaremos otras complicaciones como la diabetes, la hipertensión o el riesgo de sufrir un ictus, que presentan peor pronóstico», detalla la especialista.
Educación nutricional
La educación nutricional se convierte en la herramienta más eficaz para evitar este tipo de peligros, ya que «proporciona mejoras notables en la calidad de vida frente a esas dietas milagro», insiste la nutricionista del Hospital Quirónsalud Córdoba. En este sentido, la educación nutricional, a diferencia de las dietas, «va a proporcionar mejoras notables a largo plazo, variedad alimentaria y consigue que llevemos una vida saludable. Lo más importante es que haya adherencia del tratamiento nutricional en el tiempo y para ello resulta fundamental que la persona disfrute del proceso de cambio de hábitos y que estos sean sostenibles», aconseja la especialista.
Para que perder peso se convierta en una cuestión viable, los objetivos deben ser específicos, medibles, alcanzables, realistas y que se puedan realizar a corto plazo. «La cantidad de peso a perder de forma total dependerá del inicial que presente la persona. En este sentido, se estima una pérdida adecuada entre 0,5 y un kilo a la semana, pero cada uno tiene su ritmo. Tener como objetivo principal el número de la báscula, valorar la evolución simplemente con el peso o montarnos diariamente en la báscula resulta contraproducente», asegura De la Bastida.
De hecho, tal y como insiste la especialista, «cada cuerpo responde de forma diferente y en la mayoría de los pacientes conocer el peso ocasiona más ansiedad. Por ello, debemos de utilizar otros marcadores como pueden ser el perímetro de cintura, el aumento de la actividad física, la cantidad de agua consumida o algún cambio que haya hecho para mejorar su salud».
No cabe duda de que la alimentación es uno de los factores fundamentales que van a influir en la pérdida de peso, pero no debemos olvidar que existen otros condicionantes que también resultan determinantes, como la realización de actividad física y evitar el sedentarismo. «Efectivamente, es importante cambiar el estilo de vida, mejorando la calidad del sueño, gestionando correctamente el estrés, aprendiendo a cocinar de forma saludable y apetecible para conseguir unos hábitos que podamos mantener en el tiempo, entre otras cuestiones», recomienda De la Bastida.
Personalizar los objetivos y ajustarse a la realidad resulta imprescindible para lograr el éxito a la hora de perder peso. «Por ejemplo, un buen objetivo podría ser tomar solo un vaso de refresco al día en personas que ingieren un litro diariamente, en vez de prohibir directamente su consumo. Expresiones como “vas a perder 15 kilos en un mes”, no tienen sentido, porque difícilmente se puede conseguir de manera saludable», advierte la nutricionista, quien recuerda que es conveniente acudir a un especialista para seguir el tratamiento más adecuado.
Consejos
►El sistema inmunitario se puede mejorar con la alimentación, consumiendo alimentos principalmente antiinflamatorios como son las frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales, e intentando disminuir el consumo de alimentos que contengan ingredientes no saludables, como bollería industrial y bebidas azucaradas. «De este modo, conseguiremos un estado nutricional óptimo y un aumento de las defensas», asegura Lourdes de la Bastida.
►Por ejemplo, una buena opción puede ser «empezar el día con un yogur con nueces y plátano, una tostada de pan integral con aceite de oliva virgen extra y una naranja o copos de avena con almendras y arándanos, ya que nos aporta buenos nutrientes para comenzar la jornada», detalla.