Hallazgo español
Confirman que el brócoli protege y mejora el cáncer de próstata y de mama
Un estudio desarrollado por investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela revela el poder anticáncer de las plantas cucíferas
La alimentación es un factor determinante frente al cáncer, pues lo que comemos actúa como escudo frente al desarrollo de los tumores. Pero no siempre es fácil demostrar cuáles son los alimentos «anticáncer» que pueden resultar más eficaces. Ahora, una investigación española impulsada por la Universidad de Santiago de Compostela entre personal del grupo SNL-Lennart Levi en colaboración con el Instituto de Genética y Bioquímica de la corporación Misión Biológica de Galicia, ligada al CSIC ha conseguido confirmar que la coliflor y el brócoli son dos alimentos clave para evitar y tratar algunos tipos de cáncer como el de mama o el próstata.
En concreto, algunos compuestos de isotiocianato (ITC) presentes en la familia de las plantas crucíferas, como la coliflor o el brócoli, pueden ser útiles en la prevención y el tratamiento de algunos tumores de próstata y mama porque pueden servir como terapia adyuvante para algunos fármacos antitumorales que tienen una alta toxicidad, además de ser capaces de provocar quimiorresistencia. Los ITC potencian la eficacia de este tipo de fármacos y, de esta forma, reducen la dosis aportada, haciéndolos más tolerables para los pacientes.
Las aportaciones de estos grupos de investigación españoles resultan muy esperanzadoras y han sido publicadas en diversos foros y publicaciones científicas, ya que forman la base de la tesis doctoral de Elena Pérez Muñuzuri «Efectos de los isotiocianatos en modelos in vitro de cánceres hormonodependientes».
«Evaluamos la actividad antitumoral de diferentes ITC presentes en varios cultivos de repolloen líneas celulares de cáncer de mama y próstata humano caracterizadas por un patrón diferente de expresión de receptores hormonales», explican los científicos. El tratamiento con la mayoría de estos compuestos produce una inhibición del crecimiento celular dependiente de la dosis y del tiempo, favorece la muerte celular programada e inhibe la migración implicada en los procesos metastásicos tumorales. En terapia combinada con el fármaco antitumoral de referencia, también se observó una efectividad mayor que esta, potenciando su efecto beneficioso.
«Además, algunas ITC pueden reducir la expresión de genes que mejoran la actividad proliferativa y metastásica y aumentar la de otros involucrados en la actividad inhibidora de la transición citotóxica, proapoptótica, epitelial-mesenquimal, un proceso por el cual las células tumorales se vuelven más agresivas», añaden.
Metas futuras
Determinar la eficacia de una dieta rica en nutrientes en las TIC en la prevención y el tratamiento del cáncer es una de las estrategias de futuro que pretende emprender este equipo de investigadores. Además, algunas de las moléculas podrían ser objeto de ensayos destinados a descubrir su potencial como fármaco antitumoral.
El trabajo de estos científicos ha recibido financiación de los Ministerios de Economía y Competitividad, así como de Investigación y Ciencia, bajo diversas convocatorias desde 2011. Basado en el estudio de los beneficios para la salud de la dieta atlántica y la puesta en valor de los productos alimenticios de origen gallego a través de la investigación agrobiotecnológica se ha consolidado la línea de trabajo inicial para cubrir nuevos retos y objetivos. Este es el caso de evaluar los efectos antitumorales de compuestos químicos sobre diferentes modelos de cáncer y analizar los mecanismos moleculares implicados en su actividad antiproliferativa y antimetastásica, tanto cuando se administran solos como en terapia combinada con un fármaco antitumoral ampliamente utilizado en la terapia del cánc
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