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Farmaindustria

“La Covid-19 no será la única pandemia. Seguramente vendrán otras que serán más duras”

El presidente de Farmaindustria reconoce que el SARS-CoV-2 “nos ha cogido desprevenidos porque sería necesario producir 12.000 millones de dosis para conseguir la inmunidad de grupo frente a los 3.500 millones que teníamos de capacidad” antes de que se desatara la pandemia. Un problema que “no se resolverá con la liberación de las patentes”

La patronal farmacéutica considera que el problema de la falta de dosis no se resolverá con la liberación de patentes Bienvenido VelascoEFE

“La protección industrial es la base del modelo de éxito de la I+D. El 95% de los medicamentos han sido desarrollados por la industria farmacológica y es el modelo que ha permitido que en menos de un año tengamos vacunas antiCovid. Toda empresa ha llegado a acuerdos con regiones dotados de la tecnología necesaria para la producción. Más de 260 acuerdos y la mayoría de esos acuerdos implican siempre una transferencia de tecnología que no sería posible sin protección industrial. Por eso considero que el problema de la falta de (dosis suficientes) de vacunas no se resolverá con la liberación de patentes”, afirma Juan López-Belmonte, presidente de Farmaindustria, durante el encuentro en Nueva Economía Forum que acaba de celebrarse. Para él en lo que hay que trabajar es en “asegurar que se produce una distribución equitativa de las vacunas a nivel mundial, con iniciativas como Covax”.

Opinión que comparte José Martínez Olmos, ex secretario general del Ministerio de Sanidad, ya que “de poco sirve que la UE tenga dosis suficiente si no se tiene en todo el mundo”. Por eso es necesario reforzar la capacidad de producción. En este sentido, López-Belmonte reconoció que “la Covid-19 nos ha cogido desprevenidos. A nivel mundial teníamos una capacidad de producción de 3.500 millones de dosis, cuando es necesario producir 12.000 millones de dosis para conseguir la inmunidad de grupo”.

Tras destacar el acuerdo de Laboratorios Farmacéuticos Rovi -compañía de la que es consejero delegado- con Moderna para la producción de esta vacuna en Granada y cuya planta estará operativa en el tercer trimestre del año (septiembre), el presidente de Farmaindustria destacó que España es una potencia en la industria farmacéutica y que están trabajando para que España se convierta en un referente en la producción de la vacuna, al igual que ya lo es en investigación clínica. “Nuestro objetivo es conseguir que se haga una estrategia en España para liderar la producción de vacunas contra la Covid-19″.

En cuanto a la investigación, López-Belmonte recordó que esta no es como la construcción de una autopista. No se puede parar. Necesita constancia y recursos diarios”, algo en lo que debe mejorar tanto el sector público como el privado. “El nivel de investigación en España es brutal. Estamos en el top 6. Tenemos cualificación, personal, buen hacer de la administración, pero falta dotar a la investigación de los recursos económicos necesarios que den seguridad en el tiempo. Quizá las vacunas españolas lleguen tarde para la Covid-19, pero nadie sabe si habrá covid-20 o Covid-21. Hay una infrafinanciación y tenemos que hacer un esfuerzo conjunto entre la administración y el sector privado”, reconoció.

“Hay que hablar de inversión, no de gasto. Porque la Covid-19 no será la única pandemia. Esta va a durar, pero seguramente vendrán otras que serán más duras. De ahí la importancia de la inversión” en I+D de la industria farmacológica, destacó López-Belmonte. Coincide con él Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos de España: “Es importante que las administraciones y el Gobierno entienden que no es un gasto, sino una inversión que ahorra millones de euros y salva vidas. Por eso es crucial impulsar la colaboración público-privada”.

En este sentido, el presidente de Farmaindustria hizo hincapié en que “España puede ser un gran foco de atracción en inversión farmacéutica si nos lo proponemos” y puso como ejemplo el proyecto impulsado por la patronal de la industria farmacéutica en nuestro país para invertir alrededor de 500 millones de euros y atraer a suelo español la fabricación de medicamentos esenciales sin patente, con el objetivo de combatir la deslocalización de la producción de estos fármacos a otros países como China o India. Y es que “necesitamos tener industrias que apoyen las del turismo y de automoción. Esta iniciativa aspira a convertirse en un proyecto estratégico para la recuperación económica y social del país”.