Una monja catalana confecciona una chaqueta de punto para el Papa Francisco

La monja vedruna catalana Maria Trullols, ha confeccionado una chaqueta de punto de color blanco para el Papa Francisco, y quiere entregársela personalmente, por lo está preparando un viaje a Roma para el próximo mes de mayo.

Según publica el diario Regió-7, la ilusión de la monja era hacer un jersey para el Santo Padre, para lo que se puso en contacto con el obispo de Vic (Barcelona), Romà Casanova, a quien transmitió su deseo.

Casanova, fiel a su compromiso con Trullols, explicó la petición al Papa tras una visita ad limina (para informar de las diócesis) que mantuvo con los obispos catalanes en Roma hace unas semanas.

A su vuelta, el obispo explicó a la monja que el Papa respondió a la petición "con una sonrisa, que Casanova interpretó como de aprobación".

Así pues, Trullols se puso manos a la obra con las agujas pero entonces le surgió una duda importante: "¿Y el Papa, que talla tiene?".

Para conseguir esta información, la monja catalana usó una combinación de perspicacia y persistencia, que la llevó a hablar incluso con religiosas próximas al Santo Padre que le indicaron que la talla se aproximaba a la XXL.

Trullols buscó entonces un patrón con esa talla y, con la colaboración de la dueña de una tienda de lanas de Manresa (Barcelona), ha tejido un jersey de blanco inmaculado, con trenzas y un cordón a cada lado.

Ahora queda quizás lo más difícil para la monja, que es entregar en mano su jersey al jefe de la Iglesia católica en un viaje que prevé realizar el próximo día 14 de mayo a Roma, con motivo de una de las multitudinarias audiencias que ofrece el Papa.

Esta no es la primera vez que esta monja vedruna, de 70 años, teje una chaqueta para representantes de la Iglesia, una de los cuales fue para el abad de Montserrat Cassià Maria Just, además de a otros obispos y sacerdotes.

Maria Trullols, que ha padecido recientemente un cáncer, ha dedicado 50 años de su vida a la educación, y ha llevado a cabo esta idea de manera absolutamente personal por lo que espera que el 'saco' (como se denomina en Argentina a los jerseys) "se quede en Roma".