El Papa renovará el clero chileno tras los abusos

Después de reunirse con las víctimas, convoca a los obispos para tomar «medidas tajantes».

El Papa Francisco recibió el fin de semana a tres víctimas de abusos sexuales por parte del clero chileno por separado y ayer celebró una reunión de forma conjunta con ellos. Los tres aceptaron la invitación del Pontífice, que quiso abrirles las puertas de la casa Santa Marta, donde reside, para pedirles perdón personalmente por el daño cometido por la Iglesia chilena.

Francisco responde así al escándalo de abusos sexuales cometidos por parte del sacerdote Fernando Karadima, quien fue hallado culpable y condenado por el Vaticano en 2011. El sacerdote fue párroco durante varios años en una zona adinerada de Santiago de Chile y fue considerado como un auténtico líder espiritual. Además, formó a varios sacerdotes que luego fueron nombrados obispos. El último de ellos es Juan Barros, obispo de la diócesis de Osorno y acusado por varias víctimas de haber encubierto a Karadima.

El viernes, Francisco recibió a José Andrés Murillo, quien conversó dos horas con el Papa y le expresó la importancia de entender el abuso sexual a menores por parte de religiosos como un abuso de poder. También le manifestó la necesidad de atender el rol postergado de la mujer, según explicó a la prensa después del encuentro. El sábado fue el turno para James Hamilton, quien expresó que la reunión fue «acogedora y enormemente constructiva». Por su parte, Juan Carlos Cruz, manifestó a través de su cuenta en Twitter sentirse «en paz» tras las conversaciones: «Más de dos horas y media duró mi reunión de hoy con el Papa. Estoy conmovido. Me escuchó con gran respeto, cariño y cercanía, como un padre. Profundizamos en muchos temas. Hoy tengo más esperanza en el futuro de nuestra Iglesia. A pesar de que la tarea es enorme».

Ayer y como colofón los recibió a los tres a la vez, aunque se desconoce el contenido de la reunión ya que el mismo Vaticano comunicó que no habría ningún tipo de declaración oficial, aunque es posible que las tres víctimas decidan celebrar una rueda de prensa y dar cuenta de lo sucedido mañana.Lo que sí quiso trasladar el Vaticano es la gratitud del Papa por haber aceptado su invitación: «Durante estos días de encuentro personal y fraterno, quiere pedirles perdón, compartir su dolor y su vergüenza por lo que han sufrido y, sobre todo, escucharlos en todas aquellas sugerencias para evitar la repetición de semejantes hechos reprobables».

La acogida del Papa Francisco a las víctimas supone un nuevo gesto del Pontífice dentro de su política contra los abusos a menores en el seno de la Iglesia. También convocó por carta a los obispos chilenos a Roma para tratar el escándalo protagonizado por el sacerdote Fernando Karadima y hablar sobre el informe del caso Juan Barros, elaborado por Monseñor Charles Scicluna, arzobispo de Malta y considerado uno de los mayores expertos en la lucha contra los abusos por parte del clero. El documento, de 2.300 páginas, que entregó Scicluna al Papa fue el resultado de la escuchar los testimonios que acusan al obispoJuan Barros de haber encubierto los abusos sexuales cometidos por su mentor, Fernando Karadima. Hace unos días, el Papa envió una carta a los obispos de Chile en la que mostraba su enfado por no haber sido adecuadamente informado de la situación de los abusos y prometía tomar medidas tajantes entre el clero chileno. Entre ellas, baraja retirar a varios obispos y no se descarta que alguno sea «jubilado» antes de tiempo. La misma suerte podría correr el nuncio en Chile, Ivo Scapolo,objeto de numerosas críticas por su gestión de la crisis y no informar de manera adecuada al Pontífice.