Sin Perdón

Sánchez consuma el asalto a RTVE

«El sanchismo ha decidido elegir un sistema soviético y dejarle al PP, como colaborador necesario, las migajas»

La ingenuidad de la dirección del PP resulta entrañable. En cambio, Sánchez actúa como una apisonadora, dentro del margen que le deja Puigdemont, y asalta las instituciones, la Administración y las empresas públicas ejerciendo el derecho de conquista para repartirlas entre sus amigos, lobistas e integrantes de las redes clientelares. El Estado no es más que un botín. Es algo que nunca había sucedido, con este descaro y avidez, en las últimas décadas. Ningún presidente del gobierno desde la Transición había actuado de esta forma. Es la marca de fábrica del sanchismo. El plan diseñado por el millonario lobista José Miguel Contreras avanza en el objetivo de crear un ecosistema mediático al servicio de Sánchez. No estaba lo suficientemente contento con RTVE y ahora tendrá 11 consejeros. Lo que se trata es que sea un instrumento al servicio de la propaganda oficial formado por un comisariado político comprometido con la causa, aunque el PP ha colocado a 4 consejeros gracias a su mayoría en el Senado. Es un premio de consolación intrascendente. La realidad es que son meros figurantes que legitiman este soez asalto al ente público. No hay un caso igual en la Unión Europea. Lo más sorprendente es la sumisión de los periodistas y la tibia reacción de los trabajadores y órganos del ente público. ¿De quién es RTVE? No es propiedad ni de Sánchez ni de Contreras, su brazo ejecutor. Es un organismo que debería realizar su labor con total independencia. La realidad es que manda La Moncloa con mano férrea pero no les parecía suficiente. Por ello, el sanchismo ha decidido elegir un sistema soviético y dejarle al PP, como colaborador necesario, las migajas. Es cierto que quedaba estéticamente mal que todos hubieran sido comisarios políticos del sanchismo y sus aliados. No quería otro sobresalto como le sucedió en el CGPJ, donde Conde Pumpido no consiguió el control, y hay una presidenta, Isabel Perelló, independiente y con gran prestigio como jurista. El problema de fondo es que Sánchez no entiende que la democracia no se puede limitar a las elecciones y no es el mecánico ejercicio de la tiranía de una mayoría. Lástima que el PP se preste a legitimar con su participación el escándalo democrático del asalto de RTVE a cambio de unos puestos en el consejo.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)