Apuntes

Pues no parecen tan listos los alemanes

Menos mal que nuestro magnífico Gobierno no va a hacer tonterías con la energía nuclear

Corre la especie por los pasillos de Bruselas de que habrá que ver qué hacen los alemanes en materia de Defensa antes de tomar cualquier decisión sobre el incremento del gasto militar. Puede ser. De momento, el ministro germano del ramo se reúne con los de Reino Unido, Francia, Polonia e Italia, que son los países europeos con los ejércitos más potentes, para poner en común propuestas y estrategias, tanto de gasto como industriales. Esperemos que le pasen a Pedro Sánchez la hoja con las conclusiones, por si nuestro presidente del Gobierno tiene a bien explicarse en el Parlamento, que es donde deberían tratarse unos asuntos que, al final, siempre cuestan una pasta a pagar por los sufridos contribuyentes. Aunque si nuestro preclaro líder, que Dios guarde muchos años, acepta un consejo, le diría que no se fíe mucho de la eficacia de los alemanes, que cada vez parecen menos listos y no como los socialistas españoles que siempre van varias décadas por delante en eso de verlas venir, como, por citar un ejemplo, con la abolición de la prostitución o la autodeterminación de género. No parece muy inteligente, piénselo, don Pedro, su política con la energía nuclear, que los germanos se han cargado con un coste de más de 500.000 millones de euros, así, a bote pronto, para acabar teniendo que tirar del carbón y del petróleo para calentarse en sus inviernos, que son como si toda Alemania fuera Ávila, pero sin murallas, y pelillos a la mar con el calentamiento global. Por no citar al malvado Trump, que ya les advirtió de que poner todos los huevos –el gas natural ruso– en la misma cesta era una tontería, como así ha sido, que nada más tonto que gastarse una millonada en parar militarmente a Putin mientras le compramos gas y petróleo como si no hubiera un mañana. Leo por ahí que su Gobierno, don Pedro, ha establecido un plan para desmantelar las centrales nucleares españolas entre 2027 y 2035, y creo recordar que tuvo usted un par de ministras, Calviño y Ribera, como adelantadas del cierre atómico, pero que, ahora, desde sus puestos en Europa, se han pasado al otro bando, especialmente la primera, que es presidenta del Banco Europeo de Inversiones y promociona nuevas oportunidades inversoras en ese campo. Es cierto que a medida que la tontería del Gobierno se hace patente van surgiendo voces en el sector «progresista» que justifican el yerro como consecuencia de los espurios intereses de las empresas propietarias de las centrales, hasta el punto de que algún incauto dirigente sindical, que se ha tragado el bulo de la propaganda gubernamental, ha propuesto que se nacionalice el sector. Hombre, si tenemos en cuenta que a la energía nuclear la tiene este gobierno exprimida a impuestos, que el fisco se lleva un 60 por ciento de lo que produce, no parece que en La Moncloa estén muy dispuestos a renunciar a una vaca a la que se le saca leche hasta de los cuernos. Seguramente, algunos de los chicos de Sánchez se pondrán en «modo Marlaska» y donde dijeron digo, pues dirán Diego y aquí no ha pasado nada. No me sean ustedes uno de esos fachas que apelan a la dignidad de los cargos públicos, que si quieren les paso la nómina a final de mes y el gasto de tarjeta oficial para que lo entiendan. No seré yo quien ponga pegas a una rectificación gubernamental que permita mantener una industria que con el 5,4 por ciento de la potencia instalada produce el 19,9 de la energía eléctrica española. Aunque, eso sí, convendría que el Gobierno rebajara su pulsión recaudatoria, que con tanta gabela no hay quien compita en un mercado libre, de esos en los que siempre se penalizan las tonterías.