
Puntazo
La neutralidad política del Ejército
El Gobierno no tiene ya el menor reparo en poner en riesgo la percepción que la sociedad española tiene de la neutralidad política de sus fuerzas militares.
En una espiral descendente que causa el lógico estupor, el Gobierno no tiene ya el menor reparo en poner en riesgo la percepción que la sociedad española tiene de la neutralidad política de sus fuerzas militares, que es uno de los principios no escritos que garantizan el buen estado de salud de una democracia plena. Por ello, es preciso denunciar que el Ejecutivo que preside Pedro Sánchez emplea el mando delegado sobre las Fuerzas Armadas para atacar política y personalmente a la representante del Estado en la Comunidad Autónoma de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, convertida en el enemigo a batir por ese fenómeno que hemos dado en llamar «el sanchismo». No cabe esperar, no pueden hacerlo por imperativo legal, protestas o quejas de los mandos militares por la utilización espuria que hace el Gobierno de una Institución valorada y querida por los españoles, pero que no les gusta nada es un hecho.
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