Elecciones catalanas
Una elección acertada
El ex alcalde de Badalona Xavier García-Albiol será el próximo candidato del PP a la Generalitat de Cataluña en sustitución de Alicia Sánchez-Camacho, que deja el listón muy alto, por cuanto obtuvo el mejor resultado histórico del partido en las últimas elecciones autonómicas catalanas, celebradas en noviembre de 2012, con 471.681 votos y 19 escaños. Pero la amenaza de ruptura institucional y social que supone el desafío independentista impulsado por Artur Mas, que no ha dudado en diluir su partido en una lista única sin más argamasa ideológica que el separatismo, abre una nueva etapa que exige una figura firme, de claras convicciones políticas, que viva con naturalidad la doble condición de catalán y español, y siempre muy cercano a los problemas y a las opiniones de los ciudadanos, como la que representa García-Albiol. Sin duda, su mejor carta de presentación es la buena labor realizada al frente de la alcaldía de la tercera ciudad de Cataluña, donde ha incrementado su respaldo popular en las últimas elecciones muncipales –doblando en concejales al segundo partido–, aunque un pacto de perdedores de izquierda le arrebatara la victoria. Es un político diáfano, que reconoce y afronta los problemas y al que han acusado de populista precisamente los mismos que han pactado con lo peor del populismo. Su reto principal, sin embargo, no está en disputarle el terreno a la izquierda o al nacionalismo radical, sino en recuperar a los votantes catalanes del PP que se inclinan por la oferta de Ciudadanos o que, simplemente, eligen la abstención. Así, el sondeo de intención de voto de NC Report, que hoy publica LA RAZÓN, estima que más del cincuenta por ciento de los antiguos votantes populares no se plantean repetir el sufragio en los próximos comicios autonómicos. De ellos, el 37,3 por ciento declara que votará por el partido de Albert Rivera, lo que supone, nada menos, la pérdida de 176.000 votos. García-Albiol debe transmitir a los votantes descontentos, y también al resto del cuerpo electoral, el peligro que supone para la estabilidad política y social de Cataluña –y, por ende, de España–, el desafío planteado por Artur Mas, y la importancia de que surja de las urnas un Partido Popular reforzado, referente de la Cataluña constitucional e inequívoco defensor del actual modelo territorial autonómico. La propia presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, ha señalado que, para ello, era preciso componer una candidatura de renovación, capaz de hacer llegar el mensaje con toda claridad a la sociedad catalana, y que la elección de García-Albiol responde perfectamente a ese objetivo. Es una opinióncompartida por todo el Partido Popular, que, con energías renovadas, se dispone a dar una batalla por Cataluña que puede ser crucial.
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