Al portador

De crisis en crisis hasta las urnas y Begoña diputada

En la Moncloa ya está –todavía como hipótesis– la posibilidad de que Begoña Gómez figure en las listas electorales, sea elegida diputada y acceda de inmediato al aforamiento

Rahm Emanuel Jefe de Gabinete de Barack Obama en la Casa Blanca y alcalde de Chicago. En 2022, Joe Biden lo nombró embajador en Japón. En sus tiempos en el Ala Oeste explicaba que «nunca desperdicies una crisis grave». Por si había dudas, lo aclaraba: «Lo que quiero decir con esto es que una crisis es una oportunidad para hacer cosas que antes creías que no podías hacer». Iván Redondo, el protoasesor de Pedro Sánchez caído en desgracia, fino escrutador de la política americana, también se lo recomendó al inquilino de la Moncloa, que asimila al instante lo que percibe como una ventaja. Diego Rubio, sucesor de Redondo y de Óscar López en el Gabinete presidencial, defendía en su tesis doctoral sobre el engaño que «el engaño hace posible la acción política y el arte de gobernar». También tiene una visión peculiar de la verdad: «hay verdades –ha escrito–que, aunque no puedan ser alcanzadas, deben ser consensuadas». Quizá se explique por su convencimiento de que «la legalidad del engaño condujo a algunos de los rasgos más característicos de la cultura barroca».

Pedro Sánchez sigue de viaje en viaje, pendiente de si Ribera es ratificada para la Comisión Europea, pero sobre todo de las consecuencias políticas de la Dana. Rubio, en la Moncloa, ya tiene encima de la mesa diferentes escenarios, haya o no haya Presupuestos. Ha habido una crisis y no hay que desperdiciarla. En el PNV, siempre alerta, ya lo han detectado. Andoni Ortúzar y Aitor Esteban temen un adelanto electoral si cuando se calmen los ánimos en Valencia, las encuestas detectan caída del PP en esa Comunidad y ascenso el PSOE. No es descartable. Ni el PNV ni Junts derribarán al Gobierno, por muy difícil que se lo pongan, que lo harán. Están en el mejor de los mundos y quieren aprovecharlo. Lo que les inquieta es que Sánchez, hasta el moño de sus exigencias, se harte y, si ve una posibilidad acuda a las urnas para quitárselos de encima. Es otra jugada muy arriesgada, como casi todas las del líder del PSOE, pero sigue avalado por una historia de retos imposibles superados. Además, como guinda del pastel, a Javier Ybarra, el de «Nosotros, los Ybarra», le han susurrado que incluso en la Moncloa ya está –todavía como hipótesis– la posibilidad de que Begoña Gómez figure en las listas electorales, sea elegida diputada y acceda de inmediato al aforamiento. Ya lo justificará Diego Rubio, que también cree que «el engaño desempeñó un papel importante en la configuración de la modernidad». «Nunca desperdicies una crisis grave», recuerda Emanuel.