Cástor Díaz Barrado
Irreversible
No se debería dar otra oportunidad. El abandono del Reino Unido de la Unión Europea debe ser irreversible. Las negociaciones han de continuar su camino y debemos buscar el mejor acuerdo para los países que integran la Unión Europea. El proceso de integración en el que estamos inmersos un número significativo de estados de Europa también es una cuestión de lealtad. No se trata de perjudicar, en modo alguno, las aspiraciones de Gran Bretaña, pero a nosotros lo que nos corresponde es defender los intereses de cada uno de los estados miembros y de la propia Unión Europea. El destino al que debe conducir el camino que se ha emprendido está perfectamente delimitado y tan sólo se trata de buscar el mejor acomodo para todos. La permanencia del Reino Unido en la Unión, como se reclama ahora desde distintos foros, no sería una buena solución. Las instituciones europeas deben ser generosas con aquellos estados que tienen un firme compromiso con la integración y deben instaurar todos los mecanismos que aseguren el bienestar de los ciudadanos. Gran Bretaña ya no forma parte psicológicamente del proceso de construcción Europa y, dentro de poco, esto debe hacerse realidad a través de la adopción de los acuerdos que así lo certifiquen. La Unión Europea debe continuar su rumbo sin mirar atrás y, sobre todo, ha llegado la hora de que se le dé un nuevo impulso al esfuerzo integrador. Los nacionalismos y los populismos no tienen cabida en la Europa que hemos concebido y que está orientada básicamente a asegurar un espacio de amplio bienestar. La experiencia del Brexit ha sido traumática para el Reino Unido, pero también para la Unión Europea y ahora sólo queda seguir en busca de una profunda integración. La salida del Reino Unido es irreversible y definitiva, sin que quepa ningún trato de favor. Sólo hay que cumplir lo que determinan los tratados y mirar siempre que no queden perjudicados los estados y los ciudadanos de la Unión.
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