ETA

El hito histórico

La Razón
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Todos los partidos salvo PP, UPN y el Partido Socialista de Euskadi suscribieron ayer en Bilbao un manifiesto a favor de la entrega de las armas por ETA, prevista para este sábado en Francia. La foto conjunta, previa a la lectura de la declaración, incluyó a los líderes del PNV, Andoni Ortuzar; de Sortu, Arnaldo Otegi; Rafaela Romero, parlamentaria del PSE; Nagua Alba, de Podemos-Euskadi; Laura Pérez de Podemos-Navarra, y Koldo Martínez, de Geroa Bai. El PP no asistió porque tampoco fue invitado a la reunión-foto.

El manifiesto dice que el desarme de ETA es «un hito histórico» que se enmarca en el final ordenado y definitivo de la violencia terrorista. Y los partidos firmantes solicitan a los gobiernos español y francés «coadyuvar» en la ejecución definitiva de este proceso; y se comprometen asimismo a «desarmar la palabra, encauzar democráticamente y civilizadamente nuestras legítimas diferencias y prestigiar el diálogo y la negociación como modo de gestionar las disputas».

Pues bien, la entrega de las armas por parte de ETA no es un ningún hito histórico; y los gobiernos español y francés han conseguido no sólo coadyuvar sino acabar con el terrorismo de la banda armada encauzando de manera muy civilizada a los asesinos a la cárcel que, afortunadamente, es donde están.

Porque no nos engañemos: el final «ordenado y definitivo de la violencia terrorista» no lo han llevado a cabo ninguno de los partidos políticos de la mascarada de ayer. Es más, algunos de los allí presentes han sido condenados por terroristas aunque ahora quieran pasar a la historia como «hombres de paz». Ésa es la verdad de todo este asunto.

Y como la verdad es la que es, el desarme no va a ser declarado ni constatado por el secretario general para la Paz y la Convivencia del Gobierno vasco, Jonan Fernández –quien por cierto ya ha dicho que este proceso de verificación no se podrá completar al cien por cien este sábado– sino por las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado, que son los que se han dejado la vida y la honra en este gran empeño.

Así es la historia por mucho que la intenten disfrazar los que la llenaron de horror. Por eso no es bueno disfrazar el presente. Y, sobre todo, que el futuro sea de paz para todos aquellos que se empeñaron de verdad en ella.