Directamente llegado desde Inglaterra, donde habitualmente reside, llega hasta la convulsa municipalidad madrileña de Rivas Vaciamadrid, el famoso abogado Gonzalo Boye, bien conocido en el mundo del Derecho y de la delincuencia, donde ha sido, juez y parte; es decir, reo y abogado, preso y defensor, papel que pudiera parecer que corresponde al prototipo del rebelde que lucha contra la injusticia y a favor de la defensa de los oprimidos y que por ejercer de forma heroica, sé convierte en condenado y pasa por la cárcel. Alguien puede pensar que por su procedencia chilena y su antigua conexión al Movimiento de Izquierda Revolucionaria de Chile, ha militado en causas de defensa de las libertades y luchado contra las dictaduras. Error. El tal Gonzalo Boye fue condenado por la Audiencia Nacional española por prestar ayuda logística a la banda terrorista ETA en los secuestros de Emiliano Revilla y de Manuel Prado y Colón de Carvajal. La condena fue de 14 años, pero sólo estuvo encarcelado seis,tras lo cual recobró su libertad en 2002.

De Boye no se puede decir que perdió el tiempo en la cárcel. Aprovechó su obligada y corta estancia para matricularse en la UNED y consiguió licenciarse en Derecho. De colaborador con banda terrorista a abogado, dicen que de pleitos complicados y de personajes un tanto polémicos, como el ex juez Elpidio, y ahora, directamente llegado del más allá, requerido por Tania Sánchez para que la defienda en la querella que le ha interpuesto el

Partido Popular de Rivas Vaciamadrid por los presuntos turbios asuntos en relación con tratos de favor y concesiones interesadas. Tanía, ex de Izquierda Unida y ex de Pablo Iglesias, parece que le ha dicho a Boye: «Gonzalo, defiéndeme, que contigo ¡PODEMOS¡». Tanía ya tiene quien la defienda: un condenado por colaborar con ETA en dos secuestros. Por poder, claro que puede defenderla, pero, gente de esta casta...¡ay, Tania!.