La fecha de hoy 20 de diciembre, está en la Historia de España por el atentado terrorista que ETA cometió en 1973, en Madrid contra el primer presidente del Gobierno designado por Franco seis meses antes: el almirante Luis Carrero Blanco. Ocurrirá tras salir de la misa de 9 en la Iglesia de los Jesuitas de la calle Serrano a la que acudía diariamente, y que también ocasionó la muerte del conductor y un policía de escolta. Este magnicidio se añade a los 4 presidentes que también fueron víctimas mortales en sendos atentados anteriores. El primero fue el del general Juan Prim en 1870 también en diciembre, y le siguieron António Cánovas del Castillo en 1897, Canalejas en 1912, y Eduardo Dato en 1921. Y todos tuvieron consecuencias diversas en la senda de la Historia de España, cómo era su objetivo. En concreto, el que hoy recordamos, ha sido objeto de numerosos estudios, publicaciones y series de TV, desde el de la logística criminal del comando etarra cuya denominación era «Operación Ogro» a las consecuencias provocadas en la gobernación de España. Básicamente, los análisis se han centrado en dos grupos; por una parte, los que consideran que la Transición se hubiera visto imposibilitada –o muy afectada– de ser Carrero Blanco el presidente a la muerte de Franco, y los opuestos a ese criterio. Los primeros consideran que el almirante, apoyado en los sectores políticos considerados «ultras» del régimen, se hubiera opuesto a derogar el franquismo político para dar paso a un régimen político democrático liberal como el actual. En el otro sector, por el contrario, se sitúan los que opinan que Carrero, una vez que D. Juan Carlos hubiese asumido la Jefatura del Estado a título de Rey como sucesor de Franco, sin duda hubiese puesto el cargo a su disposición. Entre éstos se encuentra el propio D. Juan Carlos como años después comentaría a José Luis Villalonga. Criterio que dada la personalidad de quien por su condición militar, tenía además pleno conocimiento de que el Rey ostentaba la Jefatura suprema de las Fuerzas Armadas, resulta indudable. De hecho, el sucesor de Carrero fue el entonces ministro de la Gobernación Arias Navarro, que tras la muerte de Franco pondrá su cargo a disposición del Rey para, con la inestimable cooperación de Torcuato Fernández Miranda, proponer en la terna del Consejo del Reino a Adolfo Suárez, candidato deseado por D. Juan Carlos para dar comienzo en julio de 1976 a la Transición. Los etarras detenidos, no llegaron a ser juzgados al resultar beneficiados por la amnistía de 1977. La banda terrorista ETA se disolvió en mayo de 2018.