Banca

Cuando las barbas de un banco veas pelar y el atún

El banco Credit Suisse tiene problemas. Perdió 1650 millones de francos suizos –lo mismo en euros– y prevé números rojos al final del ejercicio de 2.760 millones

Nassim Nicholas Taleb publicó el sábado un «tuit» alarmante: «Todos los rumores son falsos hasta que se niegan oficialmente». Comentaba una nota informativa del banco Credit Suisse en la que la entidad defendía «la sólida posición de capital y liquidez», aunque admitía que «pasaba por un momento crítico». Ayer, Credit Suisse disparó todas las alarmas por las fuertes caídas de su cotización en bolsa, mitigadas al final de la sesión, aunque persiste la inquietud en los mercados. Taleb, financiero y ensayista americano-libanés, alumbró la teoría del Cisne Negro, un hecho sorprendente para la mayoría, de gran impacto socioeconómico y que, una vez pasado, se analiza y se concluye que era predecible o explicable. La guerra de Putin es quizá el último ejemplo. La teoría se denomina Cisne Negro porque desde la antigüedad se creía que no existían, hasta que en 1697 fue avistado el primero en Australia.

El banco Credit Suisse tiene problemas. Perdió 1650 millones de francos suizos –lo mismo en euros– y prevé números rojos al final del ejercicio de 2.760 millones. Todo eso, unido a los rumores sobre su solidez provocó que la cotización de los CDS de la entidad –un producto financiero que cubre el impago de un activo– se dispararan hasta el 15%, algo nunca visto desde 2009. El banco suizo ha acumulado problemas y escándalos en los últimos tiempos: pufos con pérdidas como las operaciones de banca de inversión de Archegos, Greensill Capital, bonos sobre el atún de Mozambique, dinero búlgaro de procedencia dudosa o espionaje corporativo. Todo también cuando el índice iTraxx Europe Crossower preve una ola de impagos de CDS en los próximos cinco años.

Axel Lehmann y Ulrich Köerner, presidente y nuevo primer ejecutivo de Credit Suisse, han prometido que presentarán la reorganización del grupo el 27 de octubre, junto con los resultados del tercer trimestre. Sin embargo, los mercados quizá no tengan paciencia. Hay en el ambiente, apunta el analista Juan Ignacio Crespo, la amenaza de «un momento Lehman Brothers», el banco cuya quiebra fue el detonante de la Gran Recesión en 2008. El gran temor, claro, es a quién podría arrastrar Credit Suisse en su caída y hasta dónde llegaría su alcance. Los desmentidos de los jefes del banco no tranquilizan, porque los rumores son falsos hasta que se niegan oficialmente como dice Taleb. Hay muchos precedentes. Cuando las barbas de un banco veas pelar y haya bonos sobre el atún de Mozambique por medio, entre otras cosas... ¡pues eso, mucho cuidado!