Economía
El Índice de Confianza Empresa Familiar sube hasta los 20,8 puntos en la Región de Murcia y se acerca a valores de 2017
El crecimiento del PIB regional alcanzará el 3,4% en 2024, por encima de la media española
El Índice de Confianza Empresa Familiar (ICEF) en la Región de Murcia ha subido 10,2 puntos hasta situarse en 20,8 y se acerca valores de 2017. Así se desprende del Barómetro elaborado por la Cátedra de Empresa Familiar Mare Nostrum Universidad de Murcia-Universidad Politécnica de Cartagena (UMU-UPCT), que cuenta con la colaboración de la Asociación Murciana de la Empresa Familiar (Amefmur) y el apoyo de CaixaBank y la Fundación Cajamurcia.
El estudio ha sido presentado este viernes por los rectores de la UMU y la UPCT, José Luján y Mathieu Kessler, respectivamente; el presidente de la Fundación Cajamurcia, Carlos Egea; el director del Instituto de Fomento, Joaquín Gómez; la vocal de Amefmur Estefanía Hidalgo y el director de la Cátedra, Ángel Meroño.
El contexto de este barómetro se plantea en un crecimiento de la economía mundial por encima de lo previsto, especialmente en las economías emergentes. En la mayoría de los países, la inflación está "controlada", allanándose el camino para la relajación de la política monetaria, según informaron fuentes de la UMU en un comunicado.
El PIB nacional acelera su crecimiento en los tres primeros trimestres de 2024. El sector primario continúa como el más dinámico (7,5%). Las exportaciones presentaron una tasa interanual del 5,1%, mientras las importaciones registraron una variación del 3,6%.
El crecimiento del PIB regional alcanzará el 3,4% en 2024, situándose por encima de la media española (2,9%), esperándose una "suave desaceleración" en 2025. Así, destaca el "buen comportamiento" de las exportaciones y la "solidez" del mercado de trabajo regional.
La encuesta a 110 empresarios familiares de la Región de Murcia en septiembre de 2024 pone de manifiesto que, aun con dudas sobre el crecimiento, se ha producido una "importante mejora" en la percepción de la situación económica.
A nivel empresarial, en 2024 las empresas familiares experimentan una mejora, especialmente en la cifra de negocios (24,8 puntos), con el 49,5% empresas aumentando sus ventas en 2024; y en el apartado de inversiones (23,1 puntos), con el 33,3% de empresas aumentando sus inversiones. También el empleo mejora (10,1 puntos) con 23,9%, incrementando sus plantillas.
En cuanto a las expectativas para 2025, los principales incrementos se esperan en las exportaciones. Consecuentemente, el ICEF sube 10,2 puntos hasta situarse en 20,8, acercándose a valores de 2017.
Planteamiento estratégico y dimensión familiar
La escasez de personal cualificado y la burocracia, seguido de la inestabilidad política son los principales obstáculos que perciben las empresas. El Índice de Confianza en el Entorno (ICEN) muestra los mejores resultados en la financiación y la disponibilidad de energía y materias primas.
Respecto a las cuestiones clave para 2025, en primer lugar, se sitúa el factor legal que hace referencia al exceso de burocracia y presión regulatoria, y en segundo lugar aparecen el factor político y la disponibilidad de trabajadores cualificados y comprometidos.
El análisis de los objetivos que persiguen las empresas identifica dos orientaciones: la rentabilidad y las metas personales de logro (factor directivo); y el crecimiento, la continuidad y la contribución a la sociedad (sostenibilidad), específicamente asociado a las empresas familiares.
En cuanto a las herramientas de planificación, sigue en descenso el número de empresas que cuentan con un plan estratégico (29%), mientras que se mantienen las que cuentan con Consejo de Administración (37%).
En términos de continuidad familiar, permanece estable la proporción de empresas que cuentan con protocolo familiar (24%), así como aquellas con plan de sucesión (19%), que depende en gran medida del ciclo de vida generacional de la empresa.
Referente al planteamiento de gobierno corporativo para los próximos años sobre profesionalización externa (en propiedad y dirección) y continuidad (transmisión generacional, venta o cierre), destaca la transmisión generacional (35%), seguida de la incorporación externa a la dirección (20%) y la venta (19%).
En las empresas que piensan en la sucesión, un 59% de los casos sería un hijo y un 19% todavía no lo ha decidido, mientras que solo en un 8% sería un no familiar.
En general, la falta de rentabilidad (95%) es la principal razón por la que se plantea el cierre de las empresas familiares, seguida por las oportunidades de venta (89%). En un tercer escalón se situaría el cansancio (burocracia, impuestos) (85%) y la falta de relevo (84%).
El cansancio es el principal rasgo entre las empresas que piensan vender o cerrar, frente a las que no. Específicamente, las empresas que se plantean la venta se distinguen por las oportunidades de venta y por su deseo de dedicarse a otros proyectos.
Cheque relevo
Desde la Consejería de Empresa, Empleo y Economía Social, el director del Instituto de Fomento (Info), Joaquín Gómez, ha destacado el "éxito" de la línea pionera a través de la cual las pymes familiares de la Región obtienen ayuda al asesoramiento que les facilite al relevo generacional.
En este sentido, el Cheque Relevo, que se lanzó a comienzos del mes de julio, ha recibido ya un total de 31 solicitudes, de las que se han resuelto 23, obteniendo las empresas ayudas por valor de 190.000 euros, que han movilizado una inversión de 250.000 euros.
Gómez ha señalado que "los estudios siguen indicando que, tanto la profesionalización en la gestión, como la regulación de las relaciones entre familia y empresa, siguen siendo una preocupación para nuestras empresas familiares, sobre todo, a la hora de garantizar la continuidad del negocio".
El Cheque Relevo subvenciona la consultoría para la elaboración del Protocolo Familiar, acuerdo marco de naturaleza jurídica compleja firmado entre familiares socios de una empresa, actuales o previsibles en el futuro, con la finalidad de regular la organización y gestión de la misma, así como las relaciones entre la familia, la empresa y sus propietarios, para dar continuidad a la empresa de manera eficaz y con éxito en la siguiente generación familiar.
La cuantía de las ayudas llega hasta los 10.000 euros, en caso de pymes familiares de diez o más empleados, siendo de 5.000 euros la subvención en el caso de pymes que tengan hasta nueve empleados.
La convocatoria inicial contó con un presupuesto de 200.000 euros, "pero el éxito de esta línea de ayudas que pusimos en marcha, a sugerencia de Amefmur, nos animó a prolongar la presentación de solicitudes hasta finales de año, incrementando el presupuesto en 115.000 euros para garantizar que obtienen ayuda todas las pymes familiares que cumplan con los requisitos", ha añadido Gómez.