Nissan
La detención de Carlos Goshn fue arbitraria según un documento de la ONU
Los arrestos a los que se vio sometido el entonces presidente de Renault-Nissan, en 2018 y 2019, «parecen ser fruto de abusos en el procedimiento para asegurar su permanencia bajo custodia», afirman los expertos
La detención de Carlos Ghosn fue «arbitraria», y el patrón que siguieron las autoridades japonesas para retenerle «no tiene justificación en la legislación internacional». Esta es la conclusión a la que han llegado los expertos de la ONU encargados de analizar el caso del ex líder de la Alianza Renault-Nissan., quien pasó 130 días encarcelado en el país nipón y, finalmente, escapó a Líbano en diciembre el pasado año.
Según un documento recogido por La Tribuna de Automoción, los repetidos arrestos a los que se vio sometido el ejecutivo, por el presunto desvío de fondos de Nissan, «parecen ser fruto de “abusos en el procedimiento para asegurar su permanencia bajo custodia”. La primera detención se produjo el 19 de noviembre de 2018, en el aeropuerto de Tokio, tras lo cual fue privado de la libertad durante días, con continuos aplazamientos de la custodia policial, sin que se le garantizaran sus derechos a la defensa, de acuerdo con la versión de Ghosn. A esta le seguirían otros tres arrestos; el último de ellos, el 4 de abril de 2019. Todo este proceso fue «fundamentalmente injusto, dado que se evitó que recuperara su libertad y pudiera beneficiarse de otros de sus derechos, entre ellos, el de la comunicación con su abogado».
Como marca la legislación internacional, una persona detenida «debe presentarse ante un juez o una autoridad judicial dentro de las 48 horas posteriores a su arresto«. Sin embargo, «Ghosn fue inicialmente retenido durante 23 días», hasta que se dio este paso. El patrón «se repitió las otras tres veces». El documento también ahonda en otro aspecto: el de la garantía de la presunción de inocencia. En este sentido, la defensa había alegado que los periodistas habían recibido un aviso por parte del Ejecutivo para que pudieran tener fotografías de la detención, lo que le presentó ante la imagen pública como culpable.
Ante esto, el grupo ha aportado que «no puede descartar» la posibilidad de que estas fotos, en un caso de tan alto perfil, contribuyeran a dar una imagen negativa del otrora CEO de Nissan, al igual que el uso de esposas en su presentación ante la corte. «Los acusados no deben ser mostrados de una forma que parezcan criminales peligrosos, porque esto mina la presunción de inocencia», razona. Ghosn huyó de la justicia japonesa el 30 de diciembre de 2019, tras lo cual se refugió en Líbano.
El proceso, según los expertos, violó varios artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos. Por todos los argumentos expuestos, el grupo ha solicitado al Gobierno japonés que «dé los pasos necesarios para remediar, sin demora, la situación, en conformidad con lo establecido en las normas internacionales», y que comience una investigación independiente que ahonde en las circunstancias alrededor de la detención para sancionar, en su caso, a los responsables. Lo más apropiado —agregan— sería garantizar a Ghosn su «derecho a la compensación y a otras reparaciones», como marca la legislación internacional.
Japón ha reaccionado, presentando una objeción en la que alega que los argumentos de los expertos son «totalmente inaceptables» y defiende que el proceso no ha vulnerado los tratados internacionales de los que forma parte. «Esos procedimientos fueron llevados a cabo estrictamente de acuerdo con las disposiciones apropiadas y estipuladas en leyes, así como garantizando plenamente los derechos del acusado».
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