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Bioenergía

Una ayuda de 4,5 millones de euros permitirá que la planta de biogás de La Sentiu de Sió se convierta en la mayor del sur de Europa

El proyecto, respaldado por la Generalitat y promovido por más de 220 ganaderos de la zona, busca producir 200 GWh anuales de energía renovable y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en la región

Una ayuda de 4,5 millones de euros permitirá que la planta de biogás de La Sentiu de Sió se convierta en la mayor del sur de Europa Pexels

La planta de biogás de La Sentiu de Sió ha captado la atención de la Generalitat de Cataluña y del sector agrícola por su capacidad para transformar residuos ganaderos en energía renovable y recursos reutilizables para el campo. La planta ha sido incluida en la propuesta de resolución provisional de la Consejería de Agricultura para subvencionar instalaciones de biogás, que contempla un total de 43 millones de euros para 17 proyectos en toda Cataluña. Se destinarán 32,6 millones de euros a plantas de biogás, como la de La Sentiu que recibirá 4,5 millones, y otros 10,4 millones de euros al tratamiento de digestatos, que son materiales orgánicos obtenidos de la digestión anaeróbica que serán reciclados como fertilizantes. La Estrategia del Biogás del Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural incluye esta financiación para reducir las emisiones de contaminantes y promover una economía circular.

Una solución energética y medioambiental para la región

El proyecto de La Sentiu de Sió, promovido por Copenhagen Infrastructure Partners (CIP) y la desarrolladora local Connect Bioenergy, no se limita a la producción de energía limpia. Además de generar biometano a partir de los residuos de más de 220 ganaderos locales, con una capacidad de producción estimada en 200 GWh al año, el equivalente al consumo de 23.000 hogares, la planta contribuirá a resolver la acumulación excesiva de nitratos en el suelo y en el agua.

Los purines y otros residuos ganaderos han sido un tema de preocupación en Lleida y otras zonas agrícolas intensivas, ya que su uso descontrolado como fertilizantes ha generado contaminación en acuíferos y suelos. Al convertir hasta 450.000 toneladas de estos desechos en energía y nutrientes reutilizables, la nueva planta de biogás reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero en aproximadamente 68.000 toneladas de CO2 al año.

Un impulso a la economía local

El proyecto acaba de recibir el visto bueno de la comisión de Urbanismo, por lo que ya está en fase de exposición pública y se prevé que su construcción comenzará a principios del próximo año, cuando sus promotores dispongan también de la licencia de obra. Esta planta supondrá un avance en la producción de energía renovable y un impulso económico para la comarca, ya que se estima que se crearán diversos puestos de trabajo directos en su fase de operación.

Además, al inyectar biometano en la red de gas natural existente, la planta contribuirá a la diversificación de las fuentes de energía y a la estabilidad del suministro, mientras los residuos se recircularán como fertilizantes para la producción agrícola, cerrando el ciclo de economía circular.