Las lluvias que ha traído este final de mayo a la Comunidad de Madrid llena pantanos... y también da vida al buen número de cascadas que hay en la región. La mayor parte de ellas concentradas en la Sierra de Guadarrama, se han convertido en un espectáculo para todos aquellos que quieran asistir a unos saltos de agua únicos en la Comunidad. Un plan perfecto antes de que la altas temperaturas y la sequía, que ya se atisba en el horizonte, dejen secos los cauces de los ríos y apaguen el ruido del agua al estrellarse contra las rocas en estos parajes naturales.

Cascada del Purgatorio

Desde el Monasterio del Paular, un lugar histórico que pugna ahora por entrar en la red de Paradores Nacionales, y enfilando el puente del Perdón se puede llegar a este tesoro de Rascafría, donde el arroyo del Aguilón se precipita en dos sorprendentes saltos de agua. El camino nos lleva a las Presillas, un lugar único, frecuentado por miles de madrileños, ya que son unas piscinas naturales por las que la excursión, por sí misma, merece la pena.

Chorrera de San Mamés

Hay muchos espacios similares a este en la Sierra de Madrid, sin embargo, el arroyo del Chorro, tiene un encanto especial. Este es un afluente del Lozoya, cae en picado desde lo más alto de una pared rocosa que alcanza los 30 metros, formando la Chorrera de San Mamés. Un espectáculo que ya se anuncia desde la carretera. Para situarse en este entorno basta con seguir el sendero que tiene su comienzo en la ermita de San Mamés. Un espacio natural adornado por grandes pinos que sorprende por su pronunciada inclinación y por el ensordecedor estruendo de la cascada al golpear las rocas.

Cascada del Hervidero

A unos 40 kilómetros de la capital encontramos un paraje deslumbrante: la cascada del Hervidero. Aquí se rodaron escenas de la serie "Águila roja". Este es el momento, tras las intensas lluvias caídas, y las que se anuncian que vienen, para descubrir, y mostrar a los que nunca han estado en este lugar, un espectáculo único. El camino comienza en San Agustín de Guadalix y puede hacerse a pie o en bicicleta. Una travesía sin apenas cuestas. Aun así, es accesible en coche hasta llegar prácticamente a los saltos de agua. Este lugar tiene caminos y acueductos como el de la Retuerta, el de Valcaliente o La Sima.