Humanización, la nueva apuesta en Medicina

En la consulta de un médico, más allá de un diagnóstico preciso o un tratamiento eficaz, el paciente busca comprensión y empatía. Es una idea que tiene muy presente la Universidad CEU San Pablo. De ahí que la humanización de la medicina se haya convertido en un pilar fundamental en la formación de los futuros profesionales de la salud. La idea es combinar una formación para el profesional sanitario que no solo sepa curar, sino también escuchar y comprender.

Para el decano de la Facultad de Medicina de la Universidad CEU San Pablo, Tomás Chivato, la identidad de la facultad se fundamenta en la idea de humanización, un concepto que ahora se empieza a tener muy presente en el mundo sanitario y que debe reforzarse desde la formación académica. «Un profesional sanitario, además de contar con conocimientos teóricos y habilidades prácticas, debe tener una actitud positiva y optimista. Sin embargo, esto no es suficiente si carece de capacidad de comunicación, y no solo una comunicación eficaz y eficiente, sino también afectiva», destaca Chivato.

A todo ello añade que sin unos principios éticos sólidos, «la profesión se tambalea». Se ha detectado que una de las carencias en el ejercicio de la medicina es precisamente la falta de tiempo para la formación en ética y comunicación. Así, para hacer frente a este desafío, la Universidad CEU San Pablo ha incorporado asignaturas específicas en estos ámbitos, además de promover iniciativas como la Cátedra de Educación Médica y Humanización, jornadas de humanidades médicas y antropología, congresos de bioética y el Movimiento Hipocrático.

El objetivo ya no es solo recetar medicamentos de manera automática, sino establecer una relación de confianza con el paciente porque «sin confianza, el ejercicio de la medicina se ve comprometido. Necesitamos más trato humano y menos enfoque numérico o mecánico», añade el decano.

Con más de 50 años de experiencia, la universidad cuenta con más de 5.200 estudiantes de 27 nacionalidades y una oferta educativa que abarca grados en Medicina, Enfermería, Fisioterapia, Genética, Odontología, Psicología y Bioinformática, entre otros. Además, ofrece programas de posgrado y un doctorado en Medicina Traslacional.

Chivato subraya también que uno de los pilares fundamentales de su metodología es la formación práctica. La universidad mantiene convenios con hospitales públicos y privados como Vithas y Viamed, así como con centros de atención primaria. Esto permite que los alumnos adquieran experiencia en entornos clínicos reales y complementen su aprendizaje con simulaciones y prácticas en distintos hospitales.

Del mismo modo, hay una apuesta por la investigación. A través del Instituto de Medicina Molecular Aplicada (IMMA), los estudiantes pueden involucrarse en proyectos desde los primeros años de su formación. Además, la universidad cuenta con seis cátedras de investigación y un programa de doctorado con líneas de estudio en oncología, neurociencias, patología cardiovascular, medicina interna, inmunopatía y odontología experimental. Un ejemplo de la importancia de la investigación y la formación continua fue la pandemia de COVID-19. «En sus inicios, la ausencia de autopsias retrasó la comprensión de los efectos del virus en los pulmones. Posteriormente, se descubrió que los órganos parecían petrificados, como si fueran de mármol. Gracias a la investigación, se determinó que el uso de corticoides, inicialmente descartado, resultaba eficaz para reducir la inflamación», recalca Chivato.