Urbanismo
La nueva vida del frontón “Beti Jai”, el viejo templo de la pelota vasca en Madrid
Un edificio declarado Bien de Interés Cultural y al que se busca dar diferentes utilidades sociales
Un deporte de élite. Y una afición entregada. Y entusiasta. Así era la llamada pelota vasca a finales del siglo XIX. En España y más allá de nuestras fronteras, pues frontones donde disputarse había en México, Florida o Venezuela. En Madrid se disfrutó de varios, del frontón Recoletos al Euskal Jai o este que nos ocupa, el Beti Jai. Aunque hubo muchos más. Tal era la afición a este deporte en la Villa y Corte que, aún en nuestros días se mantienen en barrios y distritos instalaciones que nos hablan de aquel entusiasmo y entrega a este deporte de pelota.
Testigo de aquel entonces, en pleno barrio de Chamberí tenemos al recientemente recuperado frontón Beti Jai (Siempre fiesta, en euskera). Una instalación deportiva para el juego de pelota, construida a iniciativa del empresario José Arana quien encargó el proyecto al arquitecto Joaquín de Rucoba, reconocido autor de obras en diferentes lugares de España como la plaza de toros de la Malagueta, el Ayuntamiento de Bilbao, o el teatro Arriaga también de la capital vizcaína.
Su construcción, iniciada en 1893, se inauguró en abril del año siguiente, como cuarto frontón en la ciudad de Madrid, precedido, por orden cronológico, por el Jai Alai (1891), Fiesta Alegre y Euskal Jai, como muestra de la popularidad que tuvo este deporte en la ciudad. Estuvo en funcionamiento 25 años hasta 1919.
A partir de ahí entró en un proceso de degradación. A mediados del siglo XX, se vendió a la empresa Citroën, que lo utilizó como taller de reparación de vehículos, estando sin uso desde 1989. La cancha fue ocupada por edificaciones, se eliminó el graderío de la pista de pelota y se cerraron las galerías de la planta baja y primera con tabiques.
Todo hasta que el 27 de enero de 2011 fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de monumento, por Decreto 6/2011, de 27 de enero, (BOCM de 9 de febrero de 2011), del Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid. En 2015 se inician, por parte del Ayuntamiento, las obras necesarias de consolidación y recuperación del Frontón Beti Jai, cuyo estado amenazaba con la ruina del Monumento y la consiguiente pérdida de sus valores. Estas obras finalizaron en 2019, y el frontón se encuentra recuperado, pero actualmente sin uso. Por poco tiempo.
El Plan Especial del Ayuntamiento de Madrid busca dar una segunda vida a este frontón. Tiene por objeto modificar la ordenación pormenorizada establecida por el PG97 para la parcela definiendo un nuevo régimen de usos, ampliando los usos dotacionales a implantar al incorporar el uso de Equipamiento en sus categorías de cultural y educativo como uso alternativo en coexistencia con el actual uso calificado como deportivo.
La finalidad es poder implantar un programa de usos dotacionales destinado al servicio público mejorando con ello el nivel de atención a las necesidades de las personas, contribuyendo a su vez, a mejorar las dotaciones existentes recuperando un elemento arquitectónico singular.
En estos últimos años, en el Frontón Beti Jai se ha evitado la situación de ruina mediante las obras ya realizadas por el Ayuntamiento, con cargo a los presupuestos públicos, de consolidación, de restauración de las partes originales que existían y de recuperación de elementos perdidos. Un trabajo relevante en una parcela que se sitúa ocupando el centro de la manzana, rodeada de edificios de viviendas de seis a ocho plantas. Con unas características muy concretas, enfocadas al juego de pelota, ya que posee forma trapezoidal y 3.609 m² de superficie, con un frente de unos 39,5 m. y un fondo de 126,7 m. Cuenta con una superficie construida de 4.579,94 m².
En el cuerpo de fachada existe un semisótano, a la cota de la pista de frontón, una planta baja a cota de calle, planta primera, segunda y cubierta. Su planta es trapezoidal y dispone de dos núcleos de escaleras. Su estructura está formada por dos crujías constituidas por la fachada principal a la calle y la del patio interior de fábrica, de ladrillo macizo, y por la línea intermedia de columnas de fundición.
En el cuerpo de gradas las alturas de planta coinciden, aproximadamente, con las del cuerpo principal, apareciendo una planta de gradas intermedia en la planta segunda y otra a la altura de la planta de cubierta. Tiene una planta que podría denominarse de forma elíptica. Estructuralmente está formado por una única crujía con dos líneas de carga, la línea trasera de fábrica de ladrillo macizo de estilo neomudéjar contratado curvo y la segunda línea, hacia la pista del frontón, formada por pórticos de columnas de fundición, con suplemento en la planta segunda y cubierta, y vigas de acero de ala estrecha.
Las gradas tienen una capacidad aproximada para 4.000 espectadores y se disponen en cuatro plantas cerradas al interior mediante balcones con barandillas y comunicadas entre sí a través de escaleras de madera. Se sostiene por medio de un entramado de columnas y vigas de hierro forjado, algunas curvadas para dar inclinación a las gradas. La cubierta es de madera.
El cuerpo posterior, adosado al cuerpo de gradas en la esquina noroeste, tiene planta de aspecto triangular con dos núcleos de escaleras de estructura de madera. El muro exterior es de carga, realizado en fábrica de ladrillo macizo de estilo neomudéjar como el muro posterior del cuerpo de gradas. Interiormente se encuentran los muros de las cajas de escalera de ladrillo y pórticos formados por columnas de fundición y vigas dobles de perfiles laminados de ala estrecha.
El edificio afronta hoy en día un uso social y ciudadano que puede ir más allá del meramente deportivo que lo animó en sus orígenes. Algo que desde el Ayuntamiento se destaca clave para no perder los importantes recursos económicos que se emplearon en su rehabilitación. De ahí que, entre otras cosas, se podría autorizar el cubrimiento del patio y de la cancha de juego, de modo que la superficie cubierta no compute a efectos de edificabilidad. Siempre que se ajuste a lo establecido en el precepto citado, se garantizará que la cubierta sea traslúcida, ligera y disociada de la edificación principal sin que afecte a los valores que motivaron la declaración del inmueble como BIC. Además, se podría autorizar el incremento de un 10% sobre la edificabilidad existente que deberá situarse bajo la cancha de juego. Y se podría autorizar la construcción de garaje aparcamiento situado bajo la cancha de juego, pudiendo realizarse un paso para acceso al mismo bajo la edificación existente.
En definitiva, los usos en coexistencia propuestos por el Plan Especial aumentan las posibilidades de utilización dotacional del edificio, facilitando su viabilidad económica, como se justifica en los estudios económicos, su sostenibilidad financiera y funcional, lo que hace posible su puesta en valor para el disfrute y servicio a todas las personas, sin perjuicio de la protección de las características arquitectónicas de este templo de la pelota vasca, ante el que ahora se abren nuevas posibilidades de disfrute en una de las zonas más relevantes de Madrid.
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