Han pasado dos años desde la última vez que la basílica del Cristo de Medinaceli abría sus puertas a los fieles para el tradicional besapiés del primer viernes de marzo. Y fueron llegando, como se esperaba, con la emoción de poder retomar la tradición, aunque debido a las medidas sanitarias no se pudiera besar los pies del Cristo. Como una más ha acudido también a la basílica la reina Sofía, quien era recibida entre vítores y aplausos por los presentes. Se ha acercado para tocar al Cristo, realmente emocionada, tal como ha relatado el vicerhermano mayor de la Archicofradía del Jesús de Medinaceli. Él tampoco podía contener su propia emoción: «El pueblo está respondiendo como siempre; estamos muy emocionados, porque son dos años, y se echa de menos a la gente», ha señalado, y ha defendido, asimismo, que «la vida continúa y hay que mantener tradiciones y costumbres, que sigan vivas».

También ha acudido a la cita el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. «Esta es una de las tradiciones más arraigadas en Madrid, y supone un día muy especial para la ciudad», ha explicado. Asimismo, el alcalde ha asegurado que esta costumbre «forma parte de nuestra historia y cultura, y, por tanto, también forma parte de nuestro futuro». Al encontrarse delante del Cristo, Almeida ha pedido que «finalice el sufrimiento, el drama y la tragedia de la pandemia», así como que «sepamos afrontar la crisis económica y social todos juntos, siendo capaces de salir adelante sin dejar a nadie atrás».

Por otro lado, en cuanto a la celebración de las procesiones de Semana Santa en la ciudad, todo parece indicar que sí podrán llevarse a cabo tras dos años de pandemia sin hacerlo. De hecho, el alcalde ha afirmado que confía en que «se dan las circunstancias para que puedan salir». «Lo único que puede afectarlas es la lluvia, y esperemos que no se produzcan porque ya son varios años que no han podido salir», ha añadido a las puertas de la basílica.