Carteles electorales de los candidatos a la Comunidad de Madrid el 4 de mayo.

Los carteles del 4-M: de la chupa de Ayuso a la ausencia de Iglesias

Varias voces expertas en diseño gráfico y comunicación política analizan para LA RAZÓN las claves de las estrategias comunicativas de los partidos durante la campaña

De noche y en las paredes. Escobones en mano y medios de comunicación presentes. Hubo un tiempo en el que las campañas electorales duraban 15 días, sin previas. Entonces, la carrera por la victoria arrancaba con los políticos manchándose de cola los zapatos durante la tradicional pegada de carteles. Sin embargo, con el empeño ciudadano por lucir calles limpias primero y el toque de queda por la pandemia después, la escena está en peligro de extinción. Suerte para los diseñadores gráficos de los partidos quelos carteles electorales sobreviven a la amenaza en paneles, banderolas y lonas y a golpe de clic, tanto, que incluso son más visibles ahora que ocupan los muros de Internet.

Para aprender a interpretar estas cartas de presentación en campaña, varias voces expertas en diseño de la Universidad San Pablo CEU y una especialista en comunicación política de la Universidad de Valladolid analizan para LA RAZÓN los seis carteles del 4-M. Laura González Díez, Doctora en Ciencias de la Información, empieza lanzando una advertencia: «El electorado está habituado a acudir a las urnas casi sin haber leído los programas, por lo que las estrategias de comunicación pueden condicionar el voto y los políticos lo saben».

Cartel de campaña del PP para las elecciones de Madrid.
Cartel de campaña del PP para las elecciones de Madrid.Cristina BejaranoLa Razón

Así que no es casualidad que Isabel Díaz Ayuso luzca en su retrato de campaña la misma chupa negra con la que acudió a la sesión de fotos para su cartel electoral, como tampoco lo es su media sonrisa o su mirada perdida. «La presidenta apuesta por un aspecto naíf, pero elige un look cañero, de la misma manera que mezcla una tipografía seria con una letra manuscrita informal», explica la profesora del CEU María Tabuenca Bengoa. Así, la candidata del PP se muestra al mismo tiempo inocente e indomable, entre la niña buena y la mujer moderna. Y lo hace con la que es la propuesta más clásica, pero dándole un aire renovado gracias a que «el color azul, tan vinculado a la ideología de derechas, casi desaparece», como apunta otra profesora del centro, Lorena Martí Moreno.

PP: el clásico renovado

El de la presidenta contiene todos los elementos básicos de un cartel electoral, pero con sutilezas que lo modernizan, como su vestimenta juvenil, el color conservador del partido diluido en blanco o el uso de un hashtag. Llama la atención el juego de la «A» rotulada que funde su apellido con el de la palabra más repetida en campaña: «libertad».
Cartel de campaña del PSOE para las elecciones de Madrid.
Cartel de campaña del PSOE para las elecciones de Madrid.Cipriano Pastrano DelgadoLa Raz—n

Por contra, el PSOE le otorga al rojo y sus connotaciones ideológicas más fuerza si cabe, con una fotografía en blanco y negro que, por otro lado, «ofrece una imagen profunda del personaje», como indica González, también docente en la Universidad San Pablo CEU. En este sentido, Martí recuerda la cita célebre del fotoperiodista Ted Grant: «Cuando fotografías gente en color, fotografías sus ropas; cuando fotografías gente en blanco y negro, fotografías sus almas». A esto hay que sumar el primer plano que, como señala la catedrática de la Universidad de Valladolid Salomé Berrocal Gonzalo, pone el foco en los ojos: «Pese a llevar gafas, se ha trabajado mucho en la mirada de Ángel Gabilondo para que parezca que se está comunicando con nosotros».

PSOE: el profundo

Los socialistas deposita todas sus esperanzas en su candidato con un primer plano en blanco y negro que humaniza el rostro de Gabilondo. Sobre el fondo rojo, se intuye una «x» como llamada simbólica a elegir la papeleta del partido y hacerlo por Madrid. Con este cartel, el PSOE persigue un voto racional y emocional al mismo tiempo.
Cartel de campaña de Ciudadanos para las elecciones de Madrid.
Cartel de campaña de Ciudadanos para las elecciones de Madrid.Luis DíazLa Razón

Edmundo Bal, por su parte, ha preferido abrir el encuadre y colocarlo en Madrid, dando como resultado el cartel electoral más desenfadado de estas elecciones. «El candidato de Ciudadanos viste con americana, pero lleva un botón de la camisa desabrochado y vaqueros, buscando una imagen de cercanía sin perder la formalidad», analiza Tabuenca. Cercanía que queda patente también en el hecho de que el candidato borra su apellido del cartel. La otra clave de esta propuesta se esconde tras la tipografía: «La cursiva le da movimiento al mensaje, movimiento hacia adelante, de avance; además, los puntos al final de las dos frases, que son muy cortas, hace que este sea más contundente», razona Jose Inclán, joven creativo formado en la Universidad CEU San Pablo y miembro de Carrusel Studio.

Ciudadanos: el cercano

Edmundo se presenta al electorado como un vecino más, casi como un amigo: sin apellido ni corbata, sonriente y con la ciudad de fondo. El candidato de Ciudadanos no quiere acotar demasiado a sus potenciales votantes, por eso, se separa de las ideologías y de sus adversarios políticos para colocarse en el centro, como dice el eslogan.
Cartel de campaña de Más Madrid para las elecciones.
Cartel de campaña de Más Madrid para las elecciones.Cristina BejaranoLa Razón

En el caso de Más Madrid, el cartel electoral viene marcado por los numerosos recursos que se utilizan «para identificar y personalizar a un partido que es relativamente reciente y cuya candidata hasta hace muy poco era desconocida», afirma Berrocal. Lo más destacable es, sin duda, la mascarilla: «No es habitual encontrarse con poses haciendo gestos cotidianos como este, que vincula a Mónica García al sector sanitario a la vez que sugiere que ella tiene las soluciones para acabar con la pandemia, pues se la está quitando», observa Martí. Además, la médica es la que más sonríe, lo que, para María Tabueca, la vuelve menos reconocible, pues no es su semblante natural. Inclán lamenta también la mala elección de la tipografía, poco legible dentro de la composición, y González coincide con el resto sobre lo confuso que resulta el color para los votantes, que atribuyen el verde a Vox.

Más Madrid: el sanitario

Seguramente, esta es la primera vez que en un cartel electoral aparece una mascarilla. Incluso el eslogan de Más Madrid es el mismo que el de una famosa compañía aseguradora y proveedora de servicios de salud. Son tiempos de pandemia y Mónica García es médica, lo que explota al máximo en un cartel pensado para darse a conocer.
Cartel de campaña de Voz para las elecciones de Madrid.
Cartel de campaña de Voz para las elecciones de Madrid.Luis DíazLa Razón

Claro que el tono del partido de Rocío Monasterio no evoca naturaleza, sino que tiene reminiscencias militares, como todo su cartel, comenzando por el eslogan: «El mensaje de proteger Madrid y votar seguro intenta crear una barrera defensiva de lo que ocurre en la Comunidad con respecto al resto de España», explica la catedrática de la Universidad de Valladolid. Las referencias a la política nacional, de hecho, son más que explícitas en la presencia de Santiago Abascal y de la bandera del país. Pero también es importante la mano en el micro del líder de Vox: «Los expertos en comunicación dicen que esto es un símbolo de honestidad, de que estás diciendo la verdad», recuerda Tabueca, que también se fija en que ninguno lleva joyas o reloj, como quien va «a la batalla». «Es un cartel más propagandístico que publicitario», se atreve a decir Inclán al encontrar similitudes con los soviéticos.

Vox: el militar

Rocío Monasterio no solo aparece en su cartel electoral, sino que lo hace acompañada del líder nacional Santiago Abascal. La una sonriente, el otro enfadado, los dos con la mirada hacia la derecha. Con fotografías muy retocadas, ambos, pero especialmente él, se presentan como salvadores y ostentadores de la verdad en esta lucha electoral.
Cartel de campaña de Unidas Podemos para las elecciones de Madrid.
Cartel de campaña de Unidas Podemos para las elecciones de Madrid.Luis DíazLa Razón

Por último, el cartel diferenciador, el cartel sin cara. «Unidas Podemos no presenta a su candidato porque Pablo Iglesias es alguien sobradamente conocido al haber ocupado una Vicepresidencia en el Gobierno», aclara Salomé Berrocal, aunque Laura González tiene otra teoría, pues para ella el cartel dice «vota a Iglesias sin votar a Iglesias». La ausencia de personaje, no obstante, está compensada con una dicotomía de significados: «En la imagen, las torres de Madrid simbolizan el capitalismo y las casas y barrios a la clase obrera; lo mismo con los colores, cálidos para el pueblo y fríos para los poderosos», desmenuza Lorena Martí. Interpretación a la que se suma José Inclán: «Es interesante el uso del peso y del tamaño de la tipografía, fina y pequeña en la parte rica y gruesa y grande en la parte trabajadora».

Unidas Podemos: el impersonal

Este es el único partido que no incluye a su candidato en el cartel y que no pide directamente el voto, sino que pretende ser más global para movilizar a los indecisos y reducir la abstención en estas elecciones. El cartel sin Pablo Iglesias se dirige a «la mayoría», identificada con el pueblo llano frente a los ricos y empresarios.

Las urnas dirán qué equipo de diseño es el vencedor.