Exposición
El hiperrealismo de Antonio López vuelve a Sol
La Real Casa de Correos de Madrid acoge las esculturas de dos enormes cabezas de bebé como las de la Estación de Atocha
En 2010 Antonio López empezó a plasmar sobre un lienzo la imagen de la Puerta del Sol. Lo hizo allí mismo, dejando que centenares de madrileños y forasteros le observaran de cerca en pleno proceso creativo, guardando al final de cada jornada su material de trabajo en la Real Casa de Correos. Un privilegio para los aficionados que le costó caro al artista, que no pudo terminar su obra ante tal agitación de miradas curiosas. Una década y un año de pandemia mundial después, Antonio López ha vuelto a Sol para inaugurar una nueva exposición en la sede del Gobierno regional. Al acto de presentación el 19 de abril acudieron la presidenta Isabel Díaz Ayuso y el consejero de Educación y Juventud Enrique Ossorio, que acompañaron al artista durante el anuncio de su intención de retomar ese cuadro de la Puerta del Sol que merece ser terminado durante este verano que, sin duda, será menos multitudinario que hace once años.
Natural de Tomelloso, Antonio López llegó a Madrid con apenas 13 años para ingresar en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, y ya nunca se fue; desde entonces, su vida ha estado ligada a esta ciudad. De hecho, entre el amplio repertorio de su extensa trayectoria caracterizada por un gran virtuosismo técnico, las pinturas hiperrealistas de las vistas urbanas de la capital son quizás sus obras más célebres y reconocibles. En su faceta escultora, el autor destaca por la producción de enormes cabezas de bebé, dos de ellas ubicadas de manera permanente en la Estación de Atocha bajo el título Día y Noche, y ahora, otras dos lucen en la Real Casa de Correos y es posible contemplarlas de forma gratuita hasta el 20 de junio.
Como las de Atocha, las esculturas que ocupan ya un lugar privilegiado en uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad representan a su nieta Carmen, una de ellas despierta y la otra dormida. Obras que no pasan desapercibidas para nadie por su gran escala y, al mismo tiempo, por la delicadeza que transmiten las facciones de un bebé y la energía que derrocha el inicio de la vida congelada en un instante; una invitación al recogimiento que produce el tiempo suspendido de nuestra realidad cotidiana por medio de los rasgos de la infancia.
A sus 85 años de edad, Antonio López es uno de los creadores en activo más destacados de la escena nacional e internacional gracias a una obra muy personal, vinculada a la generación de los realistas de los años 50, pero completamente independiente de las tendencias europeas o americanas, habiéndose ganado a pulso el reconocimiento como maestro del hiperrealismo español.
La muestra «Antonio López en Sol» ha sido posible gracias a la colaboración de la galería Marlborough y con ella da comienzo un proyecto expositivo que pondrá al alcance de los madrileños y madrileñas varias obras de otros muchos creadores de renombre en esta misma localización.
Durante el acto de inauguración, la presidenta de la Comunidad de Madrid aprovechó para lanzar un mensaje de apoyo a la cultura, «alimento para el corazón y para el alma», esperando que el patio de la Real Casa de Correos pueda seguir siendo testigo de exposiciones y eventos como este de forma segura, para lo que, dijo, de estar en su mano, mantendrá «la misma filosofía» con la que la región ha enfrentado el virus hasta ahora.
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