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Mientras los grandes de LaLiga Santander redactan estos días su particular carta a los Reyes, prometiendo que han sido buenos y pidiendo como contraprestación un Mbappé –y si ya está «cogido», al menos que sea un Neymar–, otro equipo, perteneciente al «otro» fútbol, puede presumir de su refuerzo soñado sin ni siquiera haber esperado a Papá Noel. Se trata de los LG Oled Las Rozas Black Demons. Los madrileños, que compiten en la Serie A de la Liga Nacional de Fútbol Americano (LNFA) que se celebra en nuestro país, han fichado a un jugador que pertenecía a la mejor competición mundial de esta modalidad: la NFL. Efetivamente, el torneo que da pie a la Super Bowl, una cita que, cada año que pasa, trasciende las fronteras yanquis y ya ha abrazado la categoría de fiesta deportiva a nivel mundial.
El fichaje estrella responde al nombre de Darius Robinson. Un jugador de 27 años que llega procedente de los Swarco Raiders, equipo austríaco con el que ganó la CEFL –Competición Europea– y donde fue nombrado además MVP del torneo. El «mejor jugador», para los profanos.
Su biografía es de esas que remiten a las historias «ascenso-caída-ascenso» tan propias de su país. Antes de que emprendiera esta aventura europea, Robinson se formó en uno de los programas universitarios de «football» más importantes de Estados Unidos: el de los Clemson Tigers. De hecho, allí ganó la Orange Bowl frente a Ohio St, siendo además uno de los capitanes del equipo. «DRob», como era allí conocido, se ganó la titularidad en el puesto de «cornerback», ejerciendo tareas defensivas.
Su destacada carrera universitaria le llevó a firmar un contrato de tres años como «undrafted» con los Buffalo Bills de la NFL. La trayectoria de Robinson parecía imparable... hasta que una fatídica lesión de hombro desbarató su sueño. Ni siquiera pudo llegar a debutar con el el equipo de Buffalo.
Darius se negó a plantearse una retirada prematura. Pese a la lesión, sabía que podía seguir rindiendo al más alto nivel. Así, continuó ligado al «football» probando suerte en los New Yorker Lions de Alemania. No se le dio mal: con los germanos ganó la Eurobowl. Después, fichó por los Swarco Tirol Raiders de Innsbruck.
Su llegada supone una alegría para los rozeños. El año pasado, los Black Demons, entrenados por Sebas López, quedaron subcampeones de la Serie A. Ahora, con este refuerzo, aspiran a lograr el primer campeonato de su historia.
Pero este fichaje cuenta con un valor añadido: situar a la LNFA, en el mapa europeo del fútbol americano. Más allá de la gloria de los triunfos y la frustración de las derrotas, aterrizajes como el de «D-Rob» buscan incentivar la práctica de un deporte que quiere crecer en España. En ese sentido, Las Rozas se ha anotado un buen «touchdown».