Madrid

Madrid acelera la instalación de barreras de protección a los motoristas: 15.000 nuevos metros en dos años

El departamento de Ángel Garrido instará estos sistemas de protección en la M-206, la M-127, la M-129, la M-204, la M-231, la M-407, la M-409, la M-505, la M-611 y la M-823

El consejero de Transportes, Ángel Garrido, supervisa la instalación de barreras con protección para motoristas
El consejero de Transportes, Ángel Garrido, supervisa la instalación de barreras con protección para motoristasConsejería de TransportesConsejería de Transportes

La Consejería de Transportes, Movilidad e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid acelera la instalación de barreras de protección para motoristas en la red de carreteras de titularidad autonómica. En apenas dos años va a colocar prácticamente el mismo número de kilómetros de este tipo de barreras que en toda la legislatura pasada. En concreto, la campaña 2020-2021 contempla la instalación de 15.644 nuevos metros de barrera con protección para motoristas, frente a los 15.980 nuevos metros de barreras que se colocaron de 2015 a 2019. "La seguridad vial es una de las prioridades de nuestra Consejería y uno de los ejes de todas nuestras actuaciones en la planificación y desarrollo de proyectos y construcción de carreteras y su mantenimiento.

Y esto incluye una atención especial a los usuarios más vulnerables en carretera, como son los motociclistas. Por eso, uno de nuestros objetivos es impulsar una gestión específica de la seguridad vial que les tenga como protagonistas", ha explicado el consejero de Transportes, Movilidad e Infraestructuras, Ángel Garrido (Cs), a LA RAZÓN con motivo del Día Mundial de la Carretera.

La Consejería va a poner en marcha un modelo de gestión de seguridad vial específico para motoristas en los más de 2.500 kilómetros de la red de carreteras que son titularidad de la Comunidad de Madrid, a partir del estudio de 45 tramos piloto con concentración de accidentes de este tipo de vehículos. Este estudio permitirá poner en marcha mejoras tanto en lo relativo a los sistemas de protección de los motoristas como en lo tocante al resto de equipamiento de la vía: señalización vertical y horizontal, adherencia del firme, tratamiento de márgenes en caso de salidas para minimizar riesgos, distancias de visibilidad…

Para llevar a cabo estas actuaciones, la Dirección General de Carreteras de la Consejería de Transportes está trabajando en colaboración con las principales asociaciones moteras, como la Asociación Mutua Motera, la Plataforma Motera para la Seguridad Vial o la Plataforma Ciudadana de Activistas en Defensa de los Motociclistas y las Motocicletas. En el caso concreto de la instalación de barreras para motoristas, la Campaña 2020-2021 se desarrolla en una decena de carreteras regionales y beneficiará directamente a 43 municipios. Transportes va a invertir cerca de 900.000 euros en las nuevas barreras, un 50% más que en la anterior legislatura. Las vías en las que se van a colocar los nuevos sistemas de protección de motociclistas son la M-206, la M-127, la M-129, la M-204, la M-231, la M-407, la M-409, la M-505, la M-611 y la M-823.

En lo que llevamos de año, ya se ha ejecutado el 68% de lo previsto en 2020, con más de 9,5 kilómetros de barreras instaladas y una inversión superior a los 440.000 euros. Actualmente, ya existen 100 kilómetros de barreras adaptadas para motociclistas siguiendo los criterios de la Estrategia de Seguridad Vial Integral para motociclistas de la Comunidad. Para seleccionar los tramos en los que se instalan las barreras de protección para motoristas, la Dirección General de Carreteras analiza los puntos de concentración de accidentes en los que han estado implicados motoristas. Se toman en cuenta especialmente los accidentes por salida de vía y colisiones con obstáculos, como es el caso de los guardarraíles. La Comunidad de Madrid se encuentra entre las regiones que menos tramos ha señalizado la DGT como peligrosos para los motoristas, con sólo 2, frente a los 20 de Tenerife y 10 en Las Palmas, por ejemplo.

Una estrategia que apuesta por la seguridad

La Consejería de Transportes ya está trabajando en una nueva Estrategia de Seguridad Vial para la Comunidad de Madrid hasta 2030, con un enfoque transversal y multisectorial y con la implicación de todos los sectores relacionados con la seguridad vial. El objetivo es establecer una gestión integral de la seguridad vial en la región para mejorar la circulación de manera segura y eficaz, reduciendo la probabilidad de accidentes y su gravedad. Estos objetivos están alineados con los que ha marcado la Comisión Europea en seguridad vial con la llamada Visión Cero: cero muertes por accidente en 2050; y reducir a la mitad el número de heridos graves en 2030. Las áreas de análisis para la estrategia incluyen, entre otros aspectos, la gestión de la seguridad vial, medidas para unas vías de tráfico y una movilidad más seguras, para unos vehículos más seguros, atención a los usuarios de las vías, en especial los vulnerables (peatones, ciclistas, motociclistas), y la respuesta tras los accidentes. En los que llevamos de 2020, el número de accidentes con consecuencias fatales en la red de carreteras de la Comunidad ha experimentado una fuerte caída. Así, en los nueve primeros meses del año, los accidentes mortales se han reducido un 44%, con un total de 19 siniestros, y el número de víctimas mortales en carretera se ha reducido a la mitad, con 19 fallecidos, respecto al mismo periodo de 2019. En el caso de los accidentes con motoristas implicados, se ha registrado una reducción del 46%, con sólo 7 accidentes mortales, frente a los 13 del año pasado.

En estos datos hay que tener en cuenta las restricciones a la movilidad derivadas de la entrada en vigor del estado de alarma el pasado 14 de marzo, como consecuencia de la crisis sanitaria por el coronavirus. Sin embargo, esta tendencia a la baja en la siniestralidad mortal se ha mantenido entre julio y septiembre, durante la desescalada y la progresiva vuelta a la actividad laboral. Así, tanto en agosto como en septiembre se han registrado la mitad de accidentes mortales que en 2019.