Transporte

La Comunidad de Madrid pide al Gobierno que las mascarillas sean obligatorias en el transporte público

Se ha enviado un documento al Ministerio de Transportes con las principales medidas a adoptar de cara a la desescalada en el transporte, como reforzar las lineas con más demanda o modificar horarios para reducir la hora punta

Pleno Asamblea de Madrid
El consejero de Transportes, Ángel Garrido, a su llegada al pleno de la Asamblea de Madrid el pasado viernes 24 de abril. EFE/Chema Moya POOLChema MoyaAgencia EFE

Según informan desde la Comunidad de Madrid, la Consejería de Transportes, Movilidad e Infraestructuras ha elaborado un documento de análisis y propuestas en materia de movilidad para que la desescalada en el transporte público se pueda realizar con garantías de seguridad para los usuarios y los profesionales del sector.

Este documento tiene como base los datos de la última Encuesta de Movilidad en la región, así como el seguimiento continuo de la demanda que está realizando el Consorcio Regional de Transportes de la Comunidad de Madrid desde el inicio de la alerta sanitaria.

“Con la desescalada y la recuperación paulatina de la actividad, iniciamos una nueva fase que va a exigir nuevas medidas para garantizar la movilidad. Las principales deben ser la obligatoriedad del uso de mascarilla en el transporte público y desplegar el 100% de la capacidad disponible en la red de transporte”, ha apuntado el consejero de Transportes, Movilidad e Infraestructuras, Ángel Garrido, que ha añadido que el objetivo es que el transporte público siga siendo “un pilar clave para una movilidad segura y sostenible”.

Con vistas a la paulatina reactivación de la actividad y la economía, el Consorcio ha analizado las nuevas capacidades de la red de transporte público, basada en el 100% de la oferta de un día habitual pero aplicando una distancia social de seguridad entre personas de 1, 1,5 y 2 metros.

Así, en caso de que la distancia interpersonal sea de 1 metro entre viajeros, la capacidad del transporte público se reducirá a un 30% de la habitual, lo que equivale a realizar 1,5 millones de viajes al día frente a los 5,5 millones de antes de la alerta sanitaria. En caso de aumentar la distancia de seguridad a 1,5 metros la capacidad se reduce a 1,1 millones de viajeros. Estas cifras equivalen a la demanda habitual por motivo de trabajo. Para el distanciamiento social de 2 metros solo se podría atender 885.000 viajes diarios en todo el sistema de transportes.

Refuerzos y lanzaderas

Con estos parámetros, la Consejería de Transportes ha diseñado una estrategia de movilidad durante la desescalada que incluye el despliegue del 100% de la capacidad disponible del transporte público y que tiene, como una de sus propuestas principales, la obligatoriedad del uso de la mascarilla en transporte público, sobre todo en medios como Metro o Cercanías, que son de uso masivo.

Además, se propone potenciar las líneas de autobús que recorren los principales barrios y entradas de las ciudades e incrementar la oferta en los tramos de máxima intensidad, reforzando las paradas con más demanda.

La estrategia incluye también la creación de autobuses lanzadera entre intercambiadores y puntos críticos, como hospitales o centros de trabajo; y líneas de autobuses interurbanos que refuercen las rutas ferroviarias con más demanda.

Asimismo, la Consejería entiende que será necesario que se promuevan y potencien planes de movilidad al trabajo, especialmente en grandes empresas; e impulsar el uso de la bicicleta, los trayectos a pie y los nuevos modos de movilidad urbana para los recorridos urbanos y de proximidad.

Reducir hora punta

Otra parte fundamental de la estrategia de movilidad para la desescalada deberán ser las medidas para reducir la hora punta y evitar la saturación puntual en el transporte público. Para ello, el departamento de Ángel Garrido defiende el mantenimiento del teletrabajo, así como flexibilizar horarios laborales y establecer distintas horas para el comienzo de la jornada de trabajo.

El documento propone también reducir la movilidad en vehículo privado en las áreas metropolitanas, facilitando aparcamientos de disuasión y estructurando autobuses lanzadera desde estos puntos de intermodalidad.

Además, se prolongarán las medidas extraordinarias de limpieza y desinfección en todo el transporte público, la restricción de aforo en los autobuses, el bloqueo de asientos para su uso y la prohibición de pago en efectivo en los autobuses.