Villaverde

La odisea de ubicar a niños de tres colegios en un IES de Villaverde

Educación habilitará el próximo curso aulas del colegio Ausías March para acoger a los alumnos que dan el salto a la ESO sin desplazarse del barrio

La manifestación de familias el pasado fin de semana en Butarque en demanda de un nuevo instituto
La manifestación de familias el pasado fin de semana en Butarque en demanda de un nuevo institutoA. V. ButarqueLa Razón

La barriada de Butarque, de Villaverde, tiene una población muy joven. Tres colegios en la zona han servido hasta ahora para escolarizar a la multitud de niños en las primeras etapas académicas: CEIP los Rosales, CEIP El Greco y CEIP Ausiàs March. Sin embargo, el próximo curso académico los alumnos de 6º de Primaria pasan ya al instituto y el único existente en la zona, el IES Juan Ramón Jiménez, quedaría pequeño para cubrir la demanda de plazas públicas en educación secundaria en el barrio.

Ahora, el problema es dónde reubicar a cerca de un centenar de alumnos que dan el salto a la educación secundaria cuando el único existente en la zona no es bilingüe ni tiene capacidad suficiente para absorber la demanda de escolarización.

La Consejería de Educación reconoce que la solución pasa por la construcción de un nuevo instituto en el barrio. Pero levantar una obra de infraestructura lleva tiempo. Por eso, en principio, se pensó en crear un centro «fantasma» (lo que llaman un IES jurídico) al que se trasladaría diariamente al alumnado en autobús a algún centro con aulas libres fuera del barrio, según ha informado la Asociación vecinal de Butarque.

Desde la Consejería de Educación aseguran que «la Comunidad de Madrid está comprometida con la construcción de esta infraestructura que consideramos muy necesaria para este barrio, que ha registrado un gran crecimiento demográfico en los últimos años, pero el nuevo instituto no estará listo hasta el curso 2021/2022».

Para la construcción se pensó en solicitar al Área de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid la cesión de la parcela destinada para usos deportivos que se encuentra junto al polideportivo María de Villota.

La parcela en la que se va a construir necesita un cambio del planeamiento ya que, en la actualidad, es suelo deportivo y «la Comunidad negocia con el Ayuntamiento de Madrid para poder disponer de esa parcela, comenzar el proyecto y poder licitar para empezar las obras», aseguran desde Educación.

Al parecer, representantes de la Consejería de Educación y Juventud han estado reunidos con las familias recientemente. En concreto, fueron la Viceconsejera de Organización Educativa y la directora de Área territorial las que mantuvieron un encuentro con los padres para explicarles cuál es el calendario y la previsión.

Pero ¿dónde reubicar a un centenar de niños a partir de septiembre del año que viene?

La solución no pasará, finalmente, por el traslado de los alumnos fuera del barrio. «De momento, hay espacio suficiente en el CEIP Ausiàs March, bilingüe, para que los alumnos puedan permanecer allí un año más y puedan comenzar en sus instalaciones la etapa de Educación Secundaria hasta que esté construido el nuevo instituto», asegura un portavoz de Educación.

Los padres se manifestaron el pasado fin de semana para conseguir que se dé una solución digna a sus hijos, mientras que sindicatos como CC OO han denunciado la «falta de previsión de la Consejería que ha generado un conflicto que podría haberse evitado si se hubiesen tenido en cuenta las necesidades ya conocidas desde hace años».

Los padres han puesto en marcha una campaña de recogida de firmas en change.org para exigir cuanto antes la construcción del nuevo instituto bilingüe y evitar que los niños tengan que ser escolarizados fuera del barrio.

De momento, el próximo jueves 6 de febrero se presentará en la Junta Municipal de Villaverde una proposición para que se inicien los trámites para acondicionar las parcelas educativas de forma que sea posible la construcción del nuevo instituto.

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niños de tres colegios de la zona tendrán que ser reubicados en aulas para poder cursar la secundaria ante la imposibilidad de que el único instituto de la zona no pueda absorber a todos los alumnos del barrio