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Banca

Los errores más comunes al pedir una hipoteca y cómo evitarlos

Que hipotecarse sea más barato no significa que no haya que tomar precauciones

Anuncio de hipoteca en la fachada de una sucursal bancaria.
Anuncio de hipotecaJesús G. FeriaLa Razón

El mercado hipotecario ha recuperado dinamismo, tras el parón sufrido en 2023 por el incremento de los tipos de interés. Desde que el Banco Central Europeo empezó a reducir el precio del dinero, a mediados del año pasado, la contratación de hipotecas se ha disparado: según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, la inscripción de préstamos sobre viviendas entre julio y noviembre de 2024 creció casi un 30% respecto al mismo período del año anterior.

Para este año, la previsión es que el BCE seguirá recortando tipos y que las entidades bancarias españolas rebajarán más sus préstamos hipotecarios. Por lo tanto, es más que probable que haya otro repunte de contrataciones. Ahora bien, que hipotecarse sea más barato no significa que no haya que tomar precauciones al firmar estos productos. Según el comparador financiero HelpMyCash.com, es imprescindible calcular el precio de la hipoteca para asegurarse de poder pagarla y comparar ofertas para elegir la que tenga unas mejores condiciones.

No hay que pedir más dinero de la cuenta

En ese sentido, desde el comparador afirman que algunos clientes, guiados por su optimismo, cometen el error de pedir una hipoteca que, en realidad, no pueden afrontar con su salario, lo que acaba derivando en la denegación de su solicitud. Para evitarlo, sus analistas aconsejan usar el simulador de precio máximo de la vivienda, con el que puede calcularse qué casa o piso puede permitirse un usuario según su sueldo, qué importe debe tener su préstamo hipotecario como mucho y qué cuota puede asumir.

Asimismo, hay que asegurarse de cumplir todos los requisitos que los bancos suelen exigir para poder acceder a una hipoteca. No solo para conseguir la aprobación; también para no tener problemas para llegar a fin de mes. Por norma general, para contratar un préstamo hipotecario es necesario tener estabilidad laboral, contar unos ahorros equivalentes al 30% del precio de la vivienda y dedicar un máximo del 30% del sueldo mensual neto al pago de las cuotas.

No hay que fijarse solo en el interés

Otro error habitual es contratar una hipoteca por su reducido interés, bajo la premisa de que costará menos dinero por tener unas cuotas más baratas. Según HelpMyCash, el tipo de interés es importante, pero los préstamos hipotecarios incluyen otros gastos a los que también debe prestarse atención: los productos asociados, las comisiones…

Por ejemplo, la Hipoteca Fija de Banco Sabadell, con un interés del 2,50%, parece más barata que la Hipoteca fija de COINC, al 2,69%. Sin embargo, según los analistas del comparador, la primera oferta es más cara, dado que para obtener su reducido tipo es necesario domiciliar la nómina y contratar hasta tres seguros (hogar, vida y protección de pagos). Con COINC, en cambio, solo hay que abrir la Cuenta Nómina, No-Nómina o Profesional de Bankinter.

Evitar este error, eso sí, es muy sencillo: simplemente hay que fijarse en la letra pequeña de cada oferta hipotecaria y tener en cuenta todos los gastos incluidos en ella para calcular su precio completo. De este modo, el solicitante averiguará qué entidad bancaria puede concederle la hipoteca más barata.

Es aconsejable negociar las condiciones

Ahora bien, tampoco es recomendable desechar una oferta hipotecaria si se encuentra otra más barata. En el actual contexto de batalla comercial, muchas entidades están dispuestas a mejorar las condiciones iniciales de sus hipotecas si el perfil del cliente es bueno y este le presenta propuestas más competitivas de otros bancos: rebajan su interés, reducen el número de productos asociados o eliminan comisiones…

Por ello, desde HelpMyCash aconsejan regatear para obtener una hipoteca todavía más barata. Esta tarea la puede llevar a cabo el propio cliente, hablando con varios bancos, o se puede encargar a un bróker hipotecario, que es un profesional especializado en negociar con las entidades financieras y que puede conseguir condiciones que, por norma general, no se ofrecen directamente a los clientes.

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