Banca
¿Cuáles son los mejores préstamos para financiar la compra de un coche este otoño?
Según el comparador bancario HelpMyCash.com, es recomendable explorar tanto los créditos de las entidades bancarias como las opciones de adquisición a plazos que ofrecen los concesionarios
Entramos en la recta final del año y, como suele ocurrir en esta época, los concesionarios de vehículos empiezan a lanzar generosas promociones para aumentar las ventas antes de que se acabe el 2024: descuentos, garantías adicionales incluidas en el precio, nuevas modalidades de financiación… Si se tiene necesidad, por lo tanto, puede ser un momento indicado para comprar un coche, ya sea nuevo o de ocasión.
Ahora bien, pese a todas las facilidades que puedan dar los concesionarios, los vehículos no son baratos, por lo que suele ser necesario obtener financiación. Pero ¿cuáles son los mejores préstamos para comprar un coche? Según el comparador bancario HelpMyCash.com, es recomendable explorar tanto los créditos comercializados por las entidades bancarias como las opciones de adquisición a plazos que ofrecen los concesionarios.
Préstamos bancarios más baratos
En cuanto a los créditos bancarios, el más competitivo del mercado para la compra de un vehículo es el Préstamo Coche de Cofidis, según los analistas del comparador. Permite obtener un importe de entre 6.000 y 60.000 euros, con un plazo de devolución de hasta ocho años y un interés desde el 5,45% TIN (5,59% TAE); sin comisión de apertura ni necesidad de cambiar de banco.
El Préstamo coche de BBVA ocupa la segunda posición de este ranking de HelpMyCash. Tiene un importe de 3.000 a 75.000 euros, un plazo máximo de reembolso de ocho años y un tipo de interés desde el 6,55% TIN (6,75% TAE). No incluye comisión de apertura y se puede solicitar tanto si se es cliente de la entidad como si no, aunque sí es obligatorio abrirse una cuenta para recibir el dinero y pagar las cuotas.
Y el top 3 lo cierra el Préstamo Coche de Laboral Kutxa, con el que puede financiarse el 100% del precio de un vehículo con un plazo de devolución que puede alcanzar los ocho años como máximo. Disponible únicamente para los que ya tienen una cuenta abierta con la entidad, este crédito tiene un interés desde el 6,50% TIN (6,99% TAE) y una comisión de apertura del 1%.
¿Qué hay de la financiación de los concesionarios?
Pero no solo los bancos pueden financiar la compra de un vehículo. Los concesionarios, en colaboración con otras entidades bancarias o con la propia financiera de la marca, también ofrecen mecanismos para adquirir un coche a plazos: o bien con un préstamo al uso (financiación lineal), o bien mediante un contrato de leasing (financiación flexible) con el que se paga por el automóvil durante un plazo de tres a cinco años y, una vez transcurrido ese período, el cliente decide si se lo queda, lo cambia o lo devuelve.
Además de ofrecer una mayor flexibilidad, los concesionarios suelen aplicar descuentos sobre sus vehículos cuando se compran a plazos a través de sus propias modalidades de financiación. Ahora bien, desde HelpMyCash alertan de que las condiciones que aplican suelen ser peores que las de las entidades bancarias: intereses más elevados (más del 8% TAE), comisiones de apertura y estudio más caras (del 2% o más), etc.
Hay que explorar todas las opciones
Entonces, ¿es más conveniente firmar un préstamo bancario o aceptar la financiación del concesionario? Según los analistas del comparador, dependerá de las condiciones que se consigan con cada modalidad. Por ello, recomiendan explorar ambas opciones: pedir créditos a varias entidades bancarias, solicitar ofertas a varios concesionarios y comparar ofertas para valorar cuál es la mejor de todas.
Eso sí, desde HelpMyCash solo aconsejan financiar la compra del vehículo si se es solvente; es decir, si se cuenta con un trabajo estable y con unos ingresos suficientes para devolver el dinero. En ese sentido, recomiendan calcular las cuotas del préstamo para comprobar que se podrán abonar las mensualidades con un máximo del 35% del sueldo neto, que es la ratio máxima de endeudamiento que suelen aceptar las entidades bancarias.