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Lotería de Navidad

¿Por qué siempre compras el mismo número de Lotería de Navidad? Esto es lo que dice la ciencia

Hay quienes hacen uso de su fe para atraer esa ilusión que de vez en cuando se transforma en esperanza. Es por eso que comprar el mismo décimo todos los años es un acto de convicción más que de consenso

Los loteros de la administración número 3 de Manises celebran haber repartido 460.000 euros con la venta de un décimo del "gordo" de la lotería de Navidad, el 5.490, y de una serie del quinto 88.509, esta última íntegramente en ventanilla y a particulares Manuel BruqueEFE

Llega el invierno y consigo la Navidad. Las luces se encienden en las calles, el ambiente en el centro de Madrid ya es agobiante, los ciudadanos esperan horas para conseguir un décimo en el local de Doña Manolita. El Sorteo Extraordinario de Lotería de Navidad está al caer. Todo el mundo lo sabe. Como cada año, este tendrá lugar el domingo 22 de diciembre en el Teatro Real, por lo que, las expectaciones son máximas. Asimismo, en esta entrega hay más posibilidades que nunca de ganarla, puesto que, los cambio que se han aprobado para este curso son notorios en cuanto al número de series se refiere.

Por tanto, llegada esta época del año, lo que se busca es un poco de felicidad camuflada en la esperanza de que, una vez nos reunamos todos para ver el evento en cuestión, los estudiantes de San Ildefonso reciten todos y cada uno de los números del boleto que tenemos guardado en la cartera. En este contexto entra escena la libertad de cada uno. La potestad de elegir la combinación que nos hará ricos a unos y no tan ricos a otros. Es por eso que cada uno se busca sus mañas para llamar a la suerte y que esta llegue a sus casas, aunque, preferiblemente, a su bolsillo.

Para ello, hay quienes se apoyan en la estadística para encontrar la combinación que les lleve a la gloria. Otros en los videntes, que llevan a cabo un pacto de fe con los mismos para depositar toda su confianza en los números elegidos por los mismos. Sin embargo, una de las prácticas más usuales reside en replicar sistemáticamente la misma estrategia, ya sea comprando la Lotería de Navidad en el mismo lugar o bien adquiriendo el mismo número exacto año a año. Para todos aquellos que realizan este suceso es necesario contextualizar sobre los falsos mitos que han creado entorno a este ejercicio.

¿Por qué compras siempre el mismo número de la Lotería de Navidad?

En lo relativo a esta acción, muchos de los motivos afloran desde una parte más profunda, casi espiritual. En algún momento de nuestra vida nos hemos cruzado con esa cifra que nos persigue, que de alguna forma nos quiere hablar, y de forma inconsciente nos hemos apropiado de esta como si solo fuera nuestra. Es por eso que algunas deciden dejar en manos de este número, su favorito, su porvenir. Por otro lado, la tradición no se negocia, y para todos aquellos románticos que la defienden a capa y espada, este gesto simboliza un sentido tan válido como cualquier otro.

Desde un punto de vista psicológico, siempre y cuando los fundamentos sean estos no hay ningún problema. El asunto llega cuando nos adentramos en las matemáticas sin realmente conocerlas en profundidad. La suerte no es acumulada y para los que se piensen que existen más posibilidades, si se juega la misma combinación anualmente, es preciso reconocer su equivocación. Los científicos explican este hecho con la conocida 'Regla de Laplace', la cuál asegura que todos los boletos tienen las mismas probabilidades de tocar independientemente de sorteos anteriores. Esta es de 0,00001.

¿Tengo más probabilidades de ganar si compro siempre en el mismo sitio?

Aunque Doña Manolita y compañía sean los puntos donde más toca es importante recalcar que también son los que más venden. Así que, claro, desde un prisma superficial, sí, Doña Manolita atrae a la suerte, pero poco o nada tiene que ver contigo, con el que compra en este local. Puedes ser el afortunado que se alce con el número ganador, como también lo puedes ser en la casa de apuestas más cercana a tu casa. Al igual en el caso anterior, las probabilidades siguen siendo las mismas. Por lo que tampoco importa tanto el sitio solo la fe.