Finlandia

Un 5 en Matemáticas y en Lengua para ser maestro

Lucía Figar atiende a los medios el pasado viernes
Lucía Figar atiende a los medios el pasado vierneslarazon

Ya en el debate sobre el Estado de la Región del pasado mes de septiembre, el presidente madrileño, Ignacio González, se comprometió a reformar la formación básica de los futuros maestros. Propuso entonces una transformación curricular en los actuales planes de estudio para dar más peso a cuatro asignaturas: Lengua, Matemáticas, Inglés y Ciencias. En esta misma línea de trabajo y tras reunirse con el presidente de la Conferencia de Rectores y con los decanos de las facultades de Magisterio, la consejera Lucía Figar avanzó ayer nuevas propuestas para mejorar la formación de los estudiantes de esta titulación.

Las dos principales novedades en esta hoja de ruta conciernen al acceso a los estudios del grado de Magisterio. Desde este mismo año, a los estudiantes que pretendan cursarlos en el 2014/2015 en una de las cuatro facultades públicas que ofertan Magisterio, deberán haber obtenido una nota mínima de 5 en las pruebas de Lengua y de Matemáticas de la Selectividad. Para aquellos que quieran matricularse en Magisterio a través del itinerario de Humanidades –y que, por tanto, no tienen en Selectividad la prueba de Matemáticas– se estudiaría la posibilidad de compensar los criterios de acceso de otra forma o, también, de exigirles únicamente el 5 en la nota de Lengua. Este nuevo «filtro» para los futuros estudiantes de Magisterio busca poner remedio a situaciones como las registradas en la última Selectividad, en la que, como subrayó Figar, el 30% de los aspirantes no obtuvieron el aprobado en alguna de estas dos asignaturas.

Paralelamente, la comisión de trabajo reunida ayer acordó la necesidad de implantar una prueba específica para quienes pretendan estudiar Magisterio. Sería un examen que deberían realizar estas personas al margen de la propia Selectividad. Los aspirantes a maestro deberán demostrar en esta prueba sus conocimientos en Lengua y Matemáticas. Aunque el contenido fundamental de esta prueba estará orientado al dominio de estas dos materias, también se añadirá una prueba de Inglés, de la que podrían quedar exentos aquellos que acrediten un nivel mínimo equivalente al B2 del marco común de referencia de la UE.

Al contrario de lo que ocurrirá con la exigencia de un cinco en Lengua y Matemáticas, la prueba específica no tendrá validez para los alumnos que acaben el próximo mes de junio 2º de Bachillerato con el fin de incorporarse en septiembre a una facultad de Magisterio. Lo que sí entra dentro de los planes de la Consejería de Educación es realizar este examen específico este año de forma experimental, a modo de prueba piloto.

Estos cambios, una vez que entren en vigor, acercarán el modelo madrileño al de países líderes en los indicadores educativos. No en vano, en países como Finlandia, Alemania o Canadá, los aspirantes a maestros cursan titulaciones más largas –que llegan, por ejemplo, en el caso alemán a los ocho años– y con exámenes previos de acceso. Algunas de estas pruebas son especialmente duras, como las de Finlandia, que apenas aprueban entre el 10 y el 15 por cientos de los alumnos que las realizan. Además de estas dos propuestas, la consejera y los responsables de las universidades públicas también abordaron, con un alto grado de consenso, la necesidad de reformar los planes de estudio de la titulación de Magisterio, para fijar contenidos comunes más amplios en Lengua y Matemáticas. Además, se potenciarán los contenidos de los maestros que se especialicen en la enseñanza de Educación Física, Inglés y Música.

Sin embargo, Figar dejó claro que la revisión de los planes de estudio –por ser reformas de «mayor recorrido»– llevará «más tiempo». Además, para cambiar los contenidos del grado se requiere la probación de la Agencoa Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación, algo que, sin embargo, no ocurre con la exigencia de los aprobados en Lengua y Matemáticas en Selectividad ni en lo que afecta a la realización de la prueba de acceso de forma experimental. Figar no precisó si la Aneca debe o no dar el visto bueno al examen específico una vez que éste se establezca de forma definitiva. Con estos dos cambios, el Gobierno regional busca profundizar en su objetivo de dar una mayor excelencia a estos estudios. Este objetivo fue también el que impulsó la obligación de exigir un 5 a los maestros en el examen de cultura general que forma parte de su oposición, y que en las últimas dos convocatorias suspendió el 72 y el 90% de los aspirantes.