Todos los partidos caminan hacia la peatonalización

Incluso con el desconcierto que supone que, a ocho meses de las elecciones municipales ninguno de los partidos con representación en el Ayuntamiento de Madrid tenga candidato confirmado, las dudas sobre el futuro del urbanismo en el centro de la capital son pocas. En los pasados comicios de 2011, en todos los programas estaba presente la palabra «peatonalización» cuando se hablaba del futuro del casco histórico.

PP

El PP, que resultó ganador por mayoría absoluta, proponía peatonalizaciones integrales junto con ampliación de aceras, más pavimentos de coexistencia, nuevas áreas de prioridad residencial y, en definitiva, continuar con la línea de devolver el centro a los peatones llevada a cabo en las dos anteriores legislaturas.

PSOE

Por su parte, el PSOE liderado por Jaime Lissavetzky apostaba por la reducción de los carriles para la circulación en el Paseo de Recoletos y, aunque desechaba la idea de su predecesor, Miguel Sebastián, de peatonalizar la Gran Vía, proponía reducir un carril por sentido y ampliar las aceras. Su aspirante a sucesor, Antonio Miguel Carmona, ya ha afirmado que, en caso de ser él el candidato, también propondrá medidas para restringir el tráfico en esta arteria para darle más importancia al tránsito peatonal.

IU

El programa de Izquierda Unida tomaba con cautela las peatonalizaciones, en tanto en cuanto no debería limitar el tránsito del transporte público ni obligar a realizar grandes y costosas obras de infraestructura para soterrar los intercambiadores de transporte y áreas intermodales en estos espacios. Con todo, apostaba por cerrar el centro histórico al tráfico para convertirlo en una gran zona peatonal.

UPyD

Por su parte, los recién llegados al consitorio UPyD planteaban en su primer programa municipal para Madrid contundentes medidas de restricción del tráfico en el centro de la ciudad. Dichas medidas incluían la peatonalización de zonas específicas, especialmente en los ejes comerciales, más carriles exlusivos para el transporte público, al estilo de los que hay en el Paseo de la Castellana y reducir la velocida máxima permitida en el acceso a la capital.